Ana Cristina Mamfrim, recepcionista del hospital Regional Alto Valle, en el turno de noche recibió a un paciente, una persona sin hogar que llegó con una banda de fieles compañeros. Mientras su dueño estaba recibiendo atención médica, los perros a las puertas del hospital esperaron ansiosos a que regresara sano y salvo, según publicó el periódico O'Globo.
"Hoy me encontré con esta escena. En el hospital en el que trabajo, a las 3 de la madrugada, mientras su dueño (habitante de la calle) estaba siendo atendido, sus compañeros esperaban en la puerta. Una persona simple, sin lujos, que depende de la ayuda para vencer el hambre, el frío, los dolores, las maldades del mundo, pero tiene a su lado los mejores compañeros, y el intercambio es recíproco. Intercambio de amor, cariño, calor, comprensión,. una persona que nos confesó que deja de comer para alimentarlos."
Este es parte del mensaje de Mamfrim en Facebook que ablandó a miles de corazones, que habla del amor incondicional por su dueño, este "amor recíproco", porque el hombre también le contó que hacía cualquier sacrificio por ellos. La joven no juzga las circunstancias personales de este indigente, pero ensalza "el respeto que tiene por sus mascotas".
"No sé cómo es su vida, porque está en la calle, y no me importa y lo juzga, pero admiro el respeto y el amor que tiene por sus mascotas. Verlos así, esperando en la puerta, sólo muestra lo amados y lo bien cuidados que están. Ay si todos fueran así.... si no hubiera maldad, malos tratos..." La espera duró una hora y cuando el hombre salió, tras ser medicado, ahí los encontró esperando por él.