El apéndice y otras partes del cuerpo que no son imprescindibles para vivir
Algunas partes del cuerpo se consideran una 'sobra evolutiva'
Otras tienen funciones, pero no imprescindibles para nuestra vida
A lo largo de nuestra vida, nos pueden extirpar algunas de estas partes
El apéndice, las muelas del juicio o las amígdalas son algunas de las partes del cuerpo que a muchas personas les extirpan cuando empiezan a dar molestias o no queda más remedio. Pero, ¿tienen alguna función? Aunque diversos estudios apuntan que sí, lo cierto es que no son imprescindibles para vivir y, en algunos casos como los mencionados, pueden llegar a operarnos y vivir sin ellas el resto de nuestra vida.
Las muelas del juicio
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Las muelas del juicio no llegan a salir a todo el mundo y muchas veces ocasionan dolor. Sirvieron a nuestros antepasados para roer la piel de los animales que cazaban, pero hoy no tenemos las mismas necesidades. Cocinamos y comemos alimentos blandos por lo que nuestra mandíbula no tiene que ser tan fuerte y las muelas del juicio no serían necesarias. Son por tanto una 'sobra evolutiva', según apuntó la antropóloga evolutiva del Boston College Dorsa Amir a 'Business Insider'.
El apéndice
De la misma manera, señala que sería prescindible el apéndice, una prolongación delgada que se ubica en el intestino grueso, en un punto denominado ciego. Se considera que es una prolongación del colon ascendente. Este pequeño órgano tiende a acumular partículas de los alimentos y a inflamarse. Cuando esto pasa, nos lo tienen que extirpar y, entonces, nos acordamos de él. Inmediatamente, nos tienen que operar.
Pero, ¿tiene alguna función? Aunque no es vital para vivir, algunos estudios científicos apuntan que en las paredes del apéndice se acumulan células linfáticas, que ejercen control inmunitario. Además, se cree que almacena flora intestinal, clave para el sistema inmunológico, el metabolismo y el desarrollo de otros órganos.
Musculo palmar largo
Otra de las partes del cuerpo señaladas por la antropólogo es el músculo palmar largo. Se trata de un músculo situado en el antebrazo que, según Dorsa Amir, ayudaba a nuestros antepasados a trepar los árboles, pero poco a poco perdió su utilidad. De hecho, alrededor del 15% de la población mundial no tiene este músculo, según un estudio publicado en ‘Science Direct’.
Los pezones, en el caso de los hombres
Hace ya algunos años, surgió la polémica de si eran o no necesarios los pezones después de que Karim Boumjimar compartiese en su perfil de Twitter su obra de arte: su cuerpo sin pezones, una parte que luego puso a la venta.
Entonces, preguntado por el diario 'The Daily Mail', el doctor Andrew Rochford respondió: “Existen rasgos que a nivel evolutivo ya no necesitamos”. Explicaba que los hombres tardan en recibir el cromosoma Y cuando los fetos se desarrollan en el útero. Por tanto, todos desarrollamos pezones. Sin embargo, considera que “los pezones son un rasgo evolutivo que los hombres ya no necesitamos. No tienen ningún propósito real”.
Las amígdalas
De la misma manera, el doctor Rochford señalaba que las amígdalas eran otra parte del cuerpo innecesaria: "Podemos vivir sin ellas. No son más que una parte del sistema inmunológico que no necesitamos".
Las amígdalas, dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta, sí tienen una función: son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca, según Mayo Clinic.
Esta función que disminuye después de la pubertad, precisamente, puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y la inflamación. Por ello, en casos en los que es frecuente la aparición de amigdalitis, los médicos optan por extirparlas.