La piscina del hotel Polar Bear en China no es apta para chapuzones de los turistas por el riesgo de ser devorados por un oso polar. Y es que estos animales son los nuevos e inéditos inquilinos de este lujoso alojamiento situado en la provincia de Heilongjiang, en el norte del país.
Se trata de una idea ciertamente original pero que ha desatado las críticas de los animalistas. Los propietarios del centro aseguran que los animales reciben todos los cuidados necesarios.
El hotel, que dispone de 21 habitaciones, ha abierto sus puertas ajeno a la polémica esta misma semana y en su página web ya se anuncian como el único lugar del mundo donde comer, jugar o dormir en compañía de osos polares.
Reservar una habitación para los humanos puede llegar a costar cerca de 400 euros la noche. Un precio elevado que muchos pagarán para sentirse más cerca de la naturaleza en un hábitat de paredes y cristal.