Se llama Boomer y es un perro callejero. Sus dudas a la hora de ingresar en una casa de acogida se han vuelto virales. Vivían en un banco que era utilizado con frecuencia como "práctica de tiro" por personas crueles, sin miramientos. En una imagen desgarradora, se ve al perro joven dando vueltas y sentado afuera de la puerta mientras lo invitan repetidamente a la casa en Houston por primera vez. Pero duda, no se fía.
Solo después de mucho estímulo y varios intentos, Boomer finalmente logra cruzar el umbral. Le cuesta. Su desconfianza hacia los humanos es grande. La trabajadora del centro de rescate Samantha Zimmer, de 35 años, acogió a la mezcla de terrier de dos años e inicialmente lo alojó en su garaje para ayudarlo a acostumbrarse a la vida hogareña.
Después de semanas de paciencia, el perro está ganando confianza y se mudará a un nuevo centro de acogida en Wisconsin en tres meses para prepararlo para la adopción. "Era demasiado tímido para acercarse a nosotros. A los vecinos de la zona les encanta usar perros como práctica de tiro, o les disparan por meterse en la basura", relata la joven al Daily Mail.