Maksym Kryshtafor ha vivido junto a su madre, Iryna, los horrores de la invasión de Rusia a Ucrania. La semana pasada llegaron a Reino Unido después de escapar de las explosiones y los disparos. Entre tanta tristeza, el niño prodigio ha sacado fuerzas para seguir disfrutando de su pasión: el ajedrez. Ha ganado un torneo nada más pisar suelo británico.
La proeza del menor de ocho años, campeón sub-18 en Ucrania, es notable. Ha ganado el torneo de ajedrez de Durham sin perder ninguna partida. Todo ello con el trauma de haber abandonado su casa y a sus amigos. El verdadero premio para él no han sido los 465 euros que ha recibido, sino la ilusión de disfrutar del ajedrez.
"Su rostro se ilumina cuando gana y su madre estuvo sentada allí todo el fin de semana mirándolo. Ella es una persona agradable, modesta y encantadora. Simplemente nos consideramos afortunados de haber estado en su camino en la vida", ha expresado a 'Metro' el organizador del torneo, Mick Riding.
Llegaron el miércoles pasado y el viernes ya estaba jugando las primeras rondas. Se impuso en las cinco eliminatorias de la competición de la Asociación de Ajedrez del Condado de Durham. Al contrario que sus oponentes, en su inscripción no figuró el nombre de ningún club, por lo que su entrada apareció en blanco en la clasificación.
"Maksym me recuerda a algunos de los grandes jugadores cuando eran jóvenes y, en lo que a mí respecta, es un niño prodigio", ha añadido Riding. Alrededor de 160 espectadores no quitaron ojo de encima al pequeño jugador.
El niño y su madre vivían en la ciudad ucraniana de Odesa, una de las más asediadas por los rusos. Poco después del comienzo de la invasión, el 24 de febrero, salieron de la metrópoli costera. Después de varios días de huida llegaron a Rumanía. En Bucarest se encontraron con el patrocinador británico del menor, Paul Townsend, que es un abogado jubilado. Desde allí los llevó a Reino Unido y ahora viven con él.