Lock Samples solo tiene 16 meses y es uno de los 100 casos de un síndrome extremadamente raro, que hace que su cabello sea frágil. Cuando nació Locklan tenía el pelo negro azabache y ahora tiene una pelusa imposible de peinar. Su historia la desvela la revista People.
Sus padres estaba desconcertados porque el pelo no paraba de crecer. A los 9 meses, el cabello de Lock era rubio blanquecino, súper suave y sobresalía de su cabeza. Coincidía con el color del cabello de su hermano Shep, de 3 años, pero no podía ser más diferente en textura. Se habla del síndrome del pelo imposible de peinar.
Katelyn llamó a su pediatra, quien dijo que nunca habían oído hablar del síndrome y la dirigió a un especialista que le dijo que solo había visto eso una vez en 19 años. Al observar el cabello y analizarlo confirmaron que sí, que el pequeño sufría esta rareza que hace que su pelo crezca mucho pero sea suave y quebradizo.
La familia encontró en las redes padres que se enfrentaron a los mismos problemas. "Es genial ver cómo ha cambiado el cabello de los niños mayores a lo largo de los años: para algunas personas no desaparece y para otras se vuelve un poco más manejable", dicen ahora los padres.
En el día a día Lock siempre está sonriendo. Y provoca una sonrisa amistosa en la gente. "Dicen que es como una pequeña estrella de rock. Trae una sonrisa a los rostros de las personas. Y en este momento, cuando es pequeño, le encanta la atención y no le importa". Y al menos, el pelo hay que lavarlo poco.