Esta es mi historia. Pero también es la de Inma, Rocío, Beatriz, Candela, Sara o Marta, un grupo de chicas que por el 8M nos hemos juntado para compartir delante de la cámara algunas situaciones en las que nos hemos sentido discriminadas por ser mujer en diferentes ámbitos de nuestra vida. Si tú también lo eres y estás leyendo esto, seguramente algunos de nuestros testimonios te suenen y entonces nuestra historia se convierta también en la tuya y, si eres hombre esto no te excluye: de hecho nos interesa fuerte que te quedes ya que con nuestra voz no pretendemos atacarte, sino señalar ciertas actitudes machistas.
Preguntas en el entorno laboral sobre si estamos o no embarazadas, comentarios sexistas que insinúan que hemos conseguido un ascenso a cambio de hacer favores sexuales al jefe, actitudes de acoso callejero que nos violentan mientras volvemos solas a casa, insultos rollo 'feminazi' en redes sociales al dar una opinión y hasta machismo en la consulta del ginecólogo. Estas son solo algunas situaciones de nuestro día a día que hemos contado en el vídeo, y que desgraciadamente no nos ha costado mucho elegir ya que todas teníamos una lista bastante "variadita" aunque solo somos millennials.
Además, tras sincerarnos sobre cómo nos sentimos en ese momento, también hemos explicado cómo habríamos reaccionado ante esa situación si nos hubiese ocurrido ahora (muchas sucedieron en el pasado), tras vivir con una conciencia mucho más feminista y tener un poquito de más experiencia a nuestras espaldas.
Si nuestras historias sirven para ayudar a alguna chica que haya vivido algo similar, para visibilizar que el 8 de marzo sigue siendo una fecha importante y necesaria para las mujeres, ya que queda mucho por conseguir en materia de igualdad, entonces el vídeo habrá cumplido su función (aunque lo ideal sería que ninguna viviese lo mismo que nosotras).
Desafortunadamente las mujeres seguimos teniendo bastantes razones para seguir saliendo a la calle un día como hoy: nos siguen matando (en España más de 1.560 mujeres han sido asesinadas por violencia machista en los últimos 14 años y en lo que llevamos de año 13 ya han sido asesinadas por sus parejas), sufrimos malos tratos por parte de nuestras parejas o exparejas, nos violan (las denuncias por violencia sexual han crecido un 60% en seis años) y no nos sentirnos seguras en los espacios públicos, en los espacios de ocio o en la noche, donde a menudo somos acosadas.
En el entorno laboral y según afirma la ONU, la mejor educación que hemos recibido no ha contribuido mucho a modificar la segregación ocupacional, que está profundamente arraigada en los países desarrollados y en desarrollo. Además, seguimos realizando una parte desproporcionada del trabajo doméstico, de cuidados no remunerado (incluso solemos asumir en casa la planificación y organización del hogar, llamada también 'carga mental') y sufrimos una brecha salarial, con mayor incidencia si somos mayores de 45 años, según informa el argumentario de la Comisión 8 de marzo de Madrid.
Ojalá sirva de algo el haber contado nuestra historia y ojalá llegue un día en el que el 8M sea una fecha para celebrar más que para reivindicar. ¡Nos vemos en las calles!