Una mujer británica muere tras ingerir una bolsa de cocaína antes de volar

  • Victoria Buchanan, de 42 años, era maestra en Dubai

  • Estaba casada y tenía tres hijos

Una maestra británica se suicidó accidentalmente al tragar una bolsa de cocaína en el aeropuerto de Manchester, según concluyó la investigación, recoge 'Independent'.

Se cree que Victoria Buchanan, de 42 años, ingirió la droga al darse cuenta de que todavía estaba en posesión de la misma, después de facturar su vuelo para regresar a su casa en Dubai. La mujer, madre de tres hijos, había comprado cuatro gramos por 200 libras (226 euros) durante una visita al Reino Unido con su esposo, Mark.

Alrededor de una cuarta parte de la droga quedó en una bolsa con cierre hermético, que decidió tragar con la esperanza de llevarla a casa mientras tomaba una copa de champán en una sala VIP del aeropuerto. Instantes después, se derrumbó y sufrió un paro cardíaco debido a que la bolsa se reventó en su estómago.

Las personas que estaban a su alrededor inicialmente creyeron que Buchanan había sufrido un shock anafiláctico y le administraron un epipen que tenía en su bolso para una alergia al aceite de palma. Posteriormente fue trasladada al Hospital Wythenshawe, donde murió por un daño cerebral. La bolsa de cocaína fue descubierta durante un examen post-mortem.

Buchanan, originaria de Kilmarnock (Escocia), se mudó a los Emiratos Árabes Unidos en 2010. Además de trabajar como profesora, ayudó a niños en situación de pobreza en Nepal a través de una organización benéfica educativa. Antes de su muerte el 30 de marzo, había pasado una semana con su familia en Gran Bretaña.

Un informe de toxicología después de la muerte de Buchanan mostró menos de 0,4 miligramos por litro de sangre, acorde a un uso recreativo. Pero la benzoilecgonina metabólica de la cocaína se encontró en una lectura mucho más alta y conforme a un consumo excesivo.

Su esposo, que dirige una empresa naviera, dijo a la investigación que "sabíamos que tomaba pequeñas cantidades de cocaína de vez en cuando y fue algo que hicimos juntos". Añadió: "Ella no estaba en posición de ser chantajeada. Definitivamente no le pedí que lo trajera de vuelta".

Los padres de Buchanan no tenían "ninguna sospecha". Su madre, Irene Dignon, agregó: "No podíamos entender por qué arriesgaría algo por una cantidad tan pequeña, no lo entendíamos". No había evidencia de nada parecido a las drogas con ella. Siempre fue tan optimista que no hubiera pensado que lo necesitaba, es un mundo diferente".