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Algunas historias de amor van mucho más allá de la eterna promesa nupcial que hacen los recién casados de "hasta que la muerte nos separe". Así lo ha demostrado Margaret McCollum, quien ha emocionado a millones de personas en todo el mundo. Esta mujer acude a diario a una estación del Metro londinense, la de Embarkment, para escuchar la voz de su esposo, fallecido en 2006 a los 86 años.
El marido de McCollum, el actor Oswald Laurence, era la famosa voz en off que grabó en 1950 el aviso "Mind the gap" y que advierte a los pasajeros sobre el cuidado que deben tener con el agujero que existe entre el vagón y el andén a la hora de subir o bajar en cada estación.
La muerte de Laurence dejó a Margaret sumida en la tristeza. Sin embargo, este anuncio se convirtió en su tabla de salvación. Desde entonces, la mujer iba todos los días a la citada estación para poder así recordar a su gran amor y con quien había compartido más de media vida.
Esta emotiva rutina de amor duró nueve años, ya que años después la voz de su marido fue sustituida por una nueva grabación digital. "Desde que falleció me sentaba y esperaba el próximo tren para escuchar su voz", declaró McCollum a la BBC.
Extrañada, fue a preguntar a las oficinas centrales para saber qué es lo que había ocurrido. Los empleados le dijeron que con el nuevo sistema de reproducción instalado en el Metro de la capital británica era imposible utilizar la grabación de Oswald, pero le prometieron buscar la manera para que pudiera seguir disfrutando de la voz de su esposo.
"Nos conmovió mucho su historia, por lo que el personal localizó el registro y no solo realizaron una copia del anuncio para que ella pudiera tenerla, sino que están trabajando para poder recuperarlo en la estación de Embarkment", señaló un portavoz de la empresa.
Y así fue, dicho y hecho. En la actualidad, la voz en off de todas las estaciones del Metro de Londres está digitalizada, menos en una. En Embarkment todavía se puede escuchar la voz de Oswald Laurence repitiendo esas tres palabras que, para Margaret, suenan a verdadero amor.