¿Qué es el mindfulsex y cómo puede mejorar tu vida sexual? Una psicóloga explica en qué consiste esta técnica
7 consejos para potenciar tu sexualidad utilizando el mindfulsex: ejercicios de respiración, estimular otros sentidos o dejar de buscar el orgasmo
Las prisas forman parte de nuestra vida. Corremos para llegar al trabajo, cuando damos un paseo e incluso durante el sexo. Constantemente tenemos en mente una lista de tareas que debemos realizar: revisar ese mail tan importante, estar en casa a las seis de la tarde porque llega un paquete, pedir cita con el médico… Y poco a poco, esos pensamientos y esa ansia por la inmediatez acaban con la paz mental e incluso con el deseo.
¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo sin pensar en nada? Para muchas personas la respuesta es “nunca”, especialmente cuando hablamos del sexo a solas. La masturbación es sinónimo de fantasías, a menudo explícitas recurriendo a la pornografía. El problema es que al asociar el disfrute con una imagen mental, con un pensamiento o con un vídeo, le restamos importancia a la parte más fundamental del sexo: las sensaciones.
El mindfulsex, una nueva forma de disfrutar del sexo
Es muy habitual distraernos durante el sexo, y al final relegamos nuestro propio placer a un segundo lugar. A veces nos importa más que nuestra pareja disfrute o incluso causar una buena impresión realizando las mejores posturas, poniendo una cara sexy e incluso gimiendo de una forma forzada. Todo esto disminuye nuestra autoestima, nos impide conectar con la otra persona y repercute negativamente en la sexualidad.
Para romper con esta dinámica surge el mindfulsex, una técnica que combina el mindfulness con el sexo.
Su premisa es tremendamente sencilla: tener sexo sin pensar en nada más. Ni en un recuerdo, ni en visualizarte a ti y a tu pareja desde fuera como si fuese una escena erótica, ni tampoco en lo poco o mucho que estás tardando en llegar al orgasmo. Solo debes centrarte en las sensaciones corporales.
Cómo aplicar el mindfulsex y mejorar tus relaciones sexuales
Practica el mindfulness fuera de la camaPara poder dominar el mindfulsex lo ideal es realizar pequeñas sesiones de mindfulness en tu día a día. Lo más fácil es que te centres en tu respiración de vez en cuando, por ejemplo, cuando estás en la cama a punto de acostarte. Nota como el aire fluye, como tu abdomen crece y decrece y como los pensamientos fluyen sin estancarse en tu cabeza.
Potencia nuevas estimulaciones durante el sexoEl sexo no tiene que ser solo penetración y ya. Es importante dedicar algo de tiempo a las caricias o los besos, e incluso podéis añadir velas de masaje o hielo para jugar con las sensaciones de calor y frío. Otra opción es utilizar un antifaz para que el sexo sea menos visual.
No pongas límite de tiempoSi tu relación sexual puede durar como máximo 30 minutos porque tienes que ir a trabajar, has quedado o quieres dormir para madrugar, entonces mejor dejar el mindfulsex para otro momento. Durante el sexo es recomendable eliminar esa presión temporal, porque las prisas pueden reducir el pacer o incluso inhibir el orgasmo.
El orgasmo no es el objetivoTen sexo sin más pretensiones que disfrutar. Normalmente, cuando ambas partes alcanzan el clímax, el sexo se acaba. De vez en cuando es muy saludable tener sexo sin intención de tener un orgasmo. El único objetivo es conectar con tu pareja y disfrutar de tu propio cuerpo.
Habla de sexo con tu parejaPara disfrutar sin tabúes ni presiones es fundamental que tu pareja y tú tengáis una buena comunicación. Hablad de vuestras fantasías, de vuestras inseguridades y de las cosas que no os gustan en la cama. Conoceos a fondo para que el sexo sea más fluido.
Sin consentimiento no hay placerEl mindfulsex da mucha importancia al consentimiento explícito e implícito. No solo debes saber que tu pareja quiere tener sexo porque te lo ha dicho, sino que también debes notarlo en su forma de actuar. Si notas que está incómoda, para. Si eres tú quien no tiene ganas, no te fuerces para complacer a la otra persona.
Prueba el mindfulsex en solitarioDurante la masturbación intenta centrarte más en las sensaciones de tu cuerpo y menos en estímulos externos como la pornografía. Si al principio te cuesta, puedes deshabituarte gradualmente. Utiliza tus fantasías al principio, pero cuando alcances un nivel de excitación alto intenta centrarte solo en lo que sientes.