El millonario padre de cuatro hijos que vive en una casa abandonada en su isla escocesa

Roc Sandford es un millonario londinense de 63 años y padre de cuatro hijos. Hizo fortuna con el mercado inmobiliario y decidió comprar la remota isla hébrida de Gometra, al noroeste de Escocia, en el año 1992 desembolsando 600.000 libras esterlinas (697.000 euros).

El bisabuelo de Roc fue el quinto conde de Rosslyn, mientras que su tía era la fallecida dueña del caballo de carreras Lady Serena Rothschild, esposa de Jacob, cuarto barón Rothschild, cuya riqueza se dice que ronda los 650 millones de libras esterlinas.

Y no es su única conexión con la alta sociedad: sus abuelos fueron Sir Philip Dunn, el único hijo del rico financiero canadiense y magnate del acero Sir James Hamet Dunn, y Lady Mary Sybil St.Clair-Erskine, que era hija de James St.Clair-Erskine.

Roc Sandford creció en Inglaterra, Gales y España antes de ser educado en Dartington, en el condado de Devon, y obtuvo su título de Geografía en la británica Universidad de Bristol.

Sin embargo, este apasionado activista climático ha revelado su estilo de vida inusual y ha defendido su misión de no usar combustibles fósiles. "Estoy afectado por el inmenso sufrimiento y los desastres inimaginables que nos están cocinando estas emergencias, que la rebelión de extinción y la rebelión oceánica se esfuerzan por evitar", señala Sandford, añadiendo que "he perdido la cuenta del número de veces que he sido detenido, interrogado o advertido".

Ahora vive en una casa húmeda y que fue abandonada hace 160 años en la isla donde crió a sus hijos, Cato, Savannah, Lazer y Blue. La relación con la madre de sus hijos terminó hace algunos años y fue una orden judicial interpuesta por ella la que dictaminó que debían ser educados en Londres.

Sandford, convencido de "poder vivir en algún lugar de Gran Bretaña sin dinero", se mudó a Gometra, la cual él define como "isla de la esperanza", por primera vez hace 22 años. Aspira a que ésta se vuelva carbono neutral en los próximos cuatro años.

A pesar de asegurar que unas 40 personas han pasado por la isla en cualquier momento, Roc indicó que regularmente puede pasar semanas sin ver otra alma, explicando que la vida en la isla puede sentirse "como un tanque de flotación". "Es algo psicoactivo como una droga, y la psicoactividad es imperfectamente reversible", añade.

En declaraciones al diario The Sun, incluso confesó que busca comida gratis en los contenedores como parte de su estilo de vida, explicando que "un montón de cosas encantadoras se tiran, como pimientos o plátanos".

Hablando de su casa, manifestó: "No tiene calefacción central, así que puede hacer mucho frío en el invierno y, por ejemplo, mi té se congeló el otro día. Normalmente mi habitación tiene aproximadamente 2ºC, pero es un lugar encantador. Estoy muy feliz aquí.

Y agregó: "No he pintado, está muy húmedo aquí porque estamos en medio del Atlántico". Mientras Roc crea su propia electricidad con un panel solar, sólo utiliza el generador para encender su ordenador, su teléfono y unas antorchas.

Admite que echa de menos el "lujo" de tener una lavadora, pero hace la colada en un cubo y lucha contra el frío usando múltiples capas de ropa. Actualmente cría 300 ovejas en la isla, sigue una dieta vegana, incluyendo coles de Bruselas, tomates y calabazas. Para cocinar, Roc hierve su comida en la estufa y luego la transfiere a un termo grande, para seguir cocinando sin usar energía.

A pesar de disfrutar de la vida en la isla, el empresario viaja regularmente a Londres para acudir a distintas protestas. Sus hijos Blue y Lazer recientemente fueron noticia entre los manifestantes que acamparon en una red de túneles debajo de la estación de Euston. Dijo que, si bien era "estresante" que su hija pasara tanto tiempo en los peligrosos túneles bajo tierra, estaba "orgulloso" de ella.

Blue ha sido apodada 'La Greta Thunberg británica' después de muchos años de activismo verde. Divide su tiempo entre la isla de su padre y la propiedad de su madre en el oeste de la capital británica.