Durante los últimos meses, Miguel Bosé se ha convertido en una voz polémicaen las redes sociales, y se ha constituido como uno de los más mediáticos negacionistas de la actual contingencia sanitaria por coronavirus.
El cantante también se ha mostrado como defensor de teorías de la conspiración que desacreditan los efectos de la pandemia y plantean hipótesis al respecto como la aplicación de una futura vacuna, el uso de mascarilla o incluso hasta la implementación de la tecnología 5G, motivo por el cual Twitter, Facebook e Instagram incluyeron avisos en su cuenta de que difundía información parcialmente falsa.
De este modo, Bosé informó a través de la agencia que lo representa, Ocesa Seitrack, que su reciente desaparición de las redes sociales fue por voluntad propia, después de las especulaciones sobre una supuesta expulsión por parte de esas plataformas.
"Ante las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación relativas a su baja en determinadas redes sociales, en nombre de nuestro representado, Don Miguel Bosé Dominguín, queremos precisar, de manera excepcional y de una vez y por todas, que el artista ha decidido voluntariamente darse de baja en dichas redes sociales", expresó la compañía en un comunicado.
Bosé argumenta su baja en las redes sociales afirmando que dichas plataformas no son ni plurales ni objetivas: "No permiten la libre expresión y sujetan a los usuarios a sus criterios e intereses empresariales y políticos. Ejercen la censura y el control de la información y los contenidos", reza una parte de la carta difundida.
"En definitiva, no considera que sean un medio libre y adecuado en el que merezca la pena mantenerse presente, al menos en el momento actual. Considera que en muchas redes sociales se mezclan usuarios reales, y con todo el derecho a expresarse con respeto y argumentar, con usuarios ficticios y usuarios que actúan bajo intereses de terceros", finaliza la nota.
A sus 64 años, el ídolo pop, se ha convertido en un hombre crispado obsesionado con teorías infundadas y en agitador de conspiraciones y convocante de manifestaciones.
El punto álgido de la actitud de Bosé llegó el pasado 16 de agosto, cuando se celebró una manifestación en Madrid de negacionistas de la covid-19 y contra el uso de las mascarillas, a la que Miguel Bosé había animado a asistir, pese a que él mismo no hizo acto de presencia en ella.
Ese mismo día, Twitter eliminó ciertos mensajes en la cuenta de Bosé y él mismo se grababa para Instagram comentando el acto de la red social: "Me han castigado. He sido un niño malo, entonces por una semana no tengo una de las tres redes. Se ha dicho que yo he dicho que el bicho no existía. El bicho existe y el bicho ha matado, ha matado a mucha gente”.
Miguel Bosé vive desde hace dos años una batalla personal que le ha llevado a enfrentarse con Nacho Palau, su pareja durante 26 años y con quien ha criado cuatro niños, y a desarrollar una personalidad muy alejada de la que proyectaba hasta entonces en público.
En su entorno achacan las lecturas de portales de Internet seudocientíficos y páginas de conspiraciones a su soledad, a la desconexión no solo con la calle sino con sus relaciones amistosas más estrechas.
Según fuentes cercanas, el cantante está muy preocupado ante la cercanía de su juicio con Nacho Palau por la filiación de sus hijos. Será finalmente en octubre cuando el juez decida si los pequeños son hijos de los dos.
Nacho, que lucha para que los cuatro pequeños sean reconocidos como hijos de ambos, puesto que fue durante su relación cuando decidieron tenerlos juntos como una familia, podría guardar un as en la manga de cara al juicio.
Los abogados del escultor estarían estudiando la fórmula más adecuada judicialmente e incluso podrían pedir al juez una prueba psiquiátrica del cantante, puesto que preocupan sus últimas manifestaciones en redes sociales.