Si eres de los que te mareas en cada curva, cada vez que te montas en un medio de transporte o con cualquier movimiento, sufres la llamada enfermedad del movimiento o cinetosis y la padecen 1 de cada 3 personas, pero ¿por qué ocurre esto?
Su susceptibilidad parece ser genética y puede ser el resultado de un desajuste en las señales del movimiento que provienen de diferentes partes del cuerpo, algo que se denomina conflicto sensorial.
El cerebro percibe el movimiento con señales del oído interno, ojos, músculos y articulaciones. En ocasiones, uno de estas partes, como los ojos, le indican al cerebro que no hay movimiento pero los oídos interno y otras partes del cuerpo reflejan que sí que existe movimiento, se produce el conflicto y en consecuencia el mareo.
Normalmente los síntomas no duran mucho y desaparecen una vez que el cerebro y la persona se acostumbra a la situación, sin embargo, a parte de mareos, piel pálida, sudoración, náuseas y vómitos, en los casos más extremos los afectados pueden hiperventilar, tener dolor de cabeza e incluso somnolencia.