Hay quien dice que para alcanzar la felicidad, una persona debe encontrar a otra que le complemente en todos los sentidos, que se preocupe por ella y que, sobre todo, le quiera como nadie más lo hace. Sin embargo, encontrar a esa 'media naranja' es una misión que se está volviendo más complicada y que está provocando que el movimiento de la 'sologamia' crezca a pasos agigantados.
'Sologamia' es un proceso en el cual una persona se casa consigo mismo. Subir al altar solo y decirse a sí mismo el famoso "sí, quiero". El evento es igual de elaborado y organizado que la de unos recién casados, pues hay que llamar a los invitados, comprar un traje de boda, contactar con una persona que oficialice el evento y, por su puesto, el preciado anillo.
Por ejemplo, en unas de las azoteas de Brooklyn, Erika Anderson reunió a todos sus familiares y amigos, se vistió de blanco y se casó. Sí, prometió cuidar el resto de su vida de sí misma. Un evento que "no fue una fácil decisión", comentó Anderson a Cosmopolitan, pues tenía que enviar una invitación a sus invitados de una boda que muchos no iban a entender.
"Un día decidí que era hora de centrarme en mí y poder así conseguir un maldito apartamento. Por lo que celebré el cumpleaños de mis 36 usando un anillo de compromiso y diciéndome: 'Sí quiero' . Incluso hice un registro, porque esto es América", explica en Cosmopolitan la chica.