Los médicos atribuyen el crecimiento a una producción excesiva de leche en la madre
Alexa Priego dio a luz hace 11 meses en Manhattan (Nueva York, Estados Unidos). El parto fue normal y tanto ella como su bebé Kason salieron sanos del hospital. Hasta ahí, su historia es como la de cualquier otra madre. Sin embargo, con el paso de los meses se dio cuenta de que la evolución del pequeño no era la usual.
"Es el más pesado del mundo", dice Alexa sobre su bebé. Con 11 meses, Kason tiene unas medidas de aproximadamente un niño de cuatro años: un metro de altura y 14 kilos de peso. Los médicos le han dicho que está en el percentil 99 ―escala de clasificación para medida y peso de 3 años―.
Esta historia no es nueva para Alexa. La madre ha asegurado que cuando nació su hija Gracie "fue exactamente igual". "Supongo que solo hago bebés grandes", ha dicho en tono irónico. La posible explicación de los médicos es que produzca un exceso de leche materna, algo que contribuye al tamaño de los bebés.
Ella ha dejado claro que, pese a las medidas, el pequeño está sano y lleva un buen progreso de aprendizaje. "Es muy activo, gatea muy rápido y es muy ágil para ser tan grande", ha comentado. En esta línea, ha hecho hincapié en que la gente no entiende cómo el niño puede tener ese tamaño.
La madre ha asegurado que pesa lo mismo que hijos de amigos suyos que tienen dos años. Actualmente, ya no da el pecho y ha pasado a la fórmula preparada. Kason sigue como desde el principio: "Es el bebé más fácil de cuidar, es muy tranquilo y siempre sonríe a la gente".