Cuando Julián se enteró de que tenía VIH, la primera persona que se le pasó por la cabeza fue su madre: ¿cómo se lo iba a decir? En ese momento no temió por su vida, porque ya había tenido una pareja seropositiva y ya tenía algunos conocimientos previos, pero en cambio, sí que le rondaron otros miedos nuevos, especialmente lo que pensarían sus familiares y seres queridos primero, y el resto de la sociedad después. Por el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, Julián ha querido compartir su historia: desde cómo se sintió cuando se enteró de que tenía VIH tras hacerse la prueba, su día a día con el virus hasta cómo le ha cambiado la vida. Porque sabe que la única manera de llegar a normalizar las cosas es visibilizarlas.
Julián tiene 33 años, es de Badajoz y ahora mismo se está preparando unas oposiciones. Aprovechando el breve descanso que le permite la vida de estudiante, este extremeño se ha pasado con la mejor de sus sonrisas para contarnos su testimonio: "porque queda mucho por recorrer todavía", explica. "Si una persona tiene a alguien cercano que ha tenido VIH sabe que, por ejemplo, 'indetectable' es 'intransmisible', o que tomando una medicación se puede tener una vida igual a la de otra persona seronegativa. Pero de manera proactiva no veo que la población se preocupe y por eso veo tan necesario el 1 de diciembre", matiza. Además, todavía hay mucha gente que a estas alturas no sabe diferenciar el VIH del SIDA, o que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) no se 'contagia', sino que se 'transmite'.
Razón no le falta: la concienciación sobre el VIH, que actúa destruyendo el sistema inmunológico de las personas, y el fomento del uso del preservativo, son las mejores armas para luchar contra un virus que en 2018 produjo 1,7 millones de nuevas infecciones en el mundo según datos del último informe del Programa de Naciones Unidas sobre Sida (ONUSIDA). En España, y según el informe de Vigilancia Epidemiológica del VIH y SIDA, en 2018 se diagnosticaron 3.244 nuevos casos de VIH y actualmente hay 140.000 portadores o seropositivos (personas que tienen el VIH en su organismo pero que no han desarrollado ninguna enfermedad). En cuanto a la forma de transmisión en nuestro país, a través de relaciones sexuales entre hombres fue la más frecuente (56,4%), seguida de relaciones entre heterosexuales (26,7%) y la que se produjo en personas que se inyectaron drogas (3,2%).
Julián recuerda perfectamente cómo ocurrió todo y cómo se enfrentó a sí mismo en el momento del diagnóstico, y lo cuenta sin paños calientes con una entereza admirable para ayudar a crear conciencia. No todo el mundo tendría esa valentía... Eso sí, la historia de Julián no es una historia triste y por eso, ha querido compartir con un mensaje optimista y alegre que no pasa nada por ser seropositivo. En su caso, el VIH le sacudió de otra forma: "La gente me juzga por decir esto porque parece muy fuerte, pero a mí la vida me dio un toque atención y el VIH me ha hecho ser mejor persona. De hecho colaboro con una asociación que se llama Imagina más en la que encontré a mi segunda familia", confiesa con los ojos brillantes.
Puedes ver el testimonio de Julián en el vídeo de apertura. Además, también ha querido compartir un mensaje de apoyo para todas aquellas personas que se acaban de enterar de que tienen VIH: