La situación de las familias homoparentales, es decir, aquellas formadas por una pareja homosexual y uno o varios hijos, ha cambiado enormemente a lo largo de la historia. Con los años, las dificultades legales, burocráticas y sociales se han ido minimizando lentamente y aunque todavía quedan grandes resquicios de discriminación, la diversidad se ha ganado el hueco que le correspondía en la sociedad.
Una de esas familias es la de Christian Ruiz Gómez y Juan Luis Fernández Masip, de Reus y Valencia, que junto a sus hijos Anxo y Atlas han formado un hogar homoparental que causa furor en redes sociales. Tras vivir durante siete años en Australia, volvieron a España en diciembre de 2019, justo antes de que comenzase el confinamiento por el coronavirus. Aquí compatibilizan sus trabajos en una empresa farmacéutica y dando clases de inglés con sus cuentas familiares de Instagram y TikTok, que acumulan ya 45 mil y 111 mil seguidores respectivamente.
En sus redes sociales dan visibilidad a una crianza más diversa, y su sentido del humor, su sensibilidad y su transparencia han cautivado al público de todo el mundo. Por eso desde Yasss hemos querido conocer a fondo su historia, sus inquietudes y su experiencia como padres de dos niños de cinco y tres años y medio.
Pregunta: la legislación normalmente está pensada para las familias "tradicionales", y son muchas las parejas homosexuales que han criticado el laberinto legal a la hora de formar una familia. En vuestro caso, ¿os lo pusieron fácil?
Respuesta: En nuestro caso particular no tuvimos ningún tipo de diferencia con una pareja heterosexual. Tuvimos las mismas complicaciones, no fue fácil, pero las dificultades no vinieron por nuestra orientación sexual, sino por las dificultades en sí que hay cuando quieres ampliar tu familia y la familia no se compone por un hombre y mujer fértiles.
Al ser dos hombres, las maneras para poder ampliar nuestra familia son la adopción, la acogida o la gestación subrogada. En el caso de la adopción, las opciones a nivel internacional están limitadas para parejas homosexuales en muchos países por lo que las opciones son menores. En España el tema de la adopción dependiendo de las comunidades autónomas se puede alargar durante muchísimos años. La otra forma es la gestación subrogada, que no está regulada en España, y para poder acceder a ese método de reproducción asistida hay que acudir a otros países.
¿Os enfrentáis a muchos prejuicios en vuestro día a día por ser dos padres gays? En caso de ser así, ¿diríais que esta discriminación es más acusada en “la vida real” o en el terreno de las redes sociales?
A día de hoy sí que nos enfrentamos a muchos prejuicios, pero para nosotros esta discriminación es más acusada en el terreno de las redes sociales. La gente cuando se esconde detrás de una pantalla se cree con el poder de decir lo que quieren y como quieren, sin ningún filtro y sin empatía al tener el beneficio del anonimato que te brindan las redes.
La mayoría de esos ataques vienen por cómo se creó nuestra familia, que fue por gestación subrogada. Y en TikTok sí que encontramos más ataques por el hecho de que seamos dos padres, pero la mayoría de las personas que hacen esos comentarios son o bien gente joven o bien de otros países.
¿Qué le diríais a una pareja homosexual que quiere dar el paso a la paternidad, pero todavía no sabe cómo o se siente asustada? ¿Conocéis alguna organización o asociación española en la que se puedan apoyar?
Les diríamos que si es lo que quieren, que si su sueño es ser padres o madres, que no se rindan, que luchen por ello. Sí que es verdad que a nivel biológico necesitamos unas ayudas extras o tenemos que recurrir a otras alternativas de la paternidad, pero les diríamos que no se rindan y que se informen.
Muchas veces se tiene miedo a lo desconocido, pero cuando te adentras en el terreno, ya sea de la adopción, la fecundación in vitro o la gestación subrogada, vas recopilando información y vas dando poquito a poco pasos.
En el caso de la adopción pueden acudir a los servicios sociales de su ciudad, donde les pueden dar información sobre adopción nacional e internacional. Si están interesados en gestación subrogada hay una asociación llamada Son Nuestros Hijos. También hay una asociación estatal de familias homoparentales que se llama GALEHI en la que se puede encontrar muchísima información, es de gran ayuda.
Adentrándonos en vuestras redes sociales, ¿por qué decidisteis crearos una cuenta familiar de TikTok e Instagram?
Decidimos crear primero una cuenta en Instagram hace tres años para dar visibilidad a nuestro modelo de familia. Creíamos que en aquel entonces no había muchos ejemplos de familia homoparentales de dos hombres, y veíamos necesario mostrar el día a día para que viesen que éramos como cualquier otra familia, ni más ni menos, con los mismos problemas y los mismos retos.
TikTok lo abrimos durante el confinamiento para hacer un par de vídeos, y no lo utilizábamos mucho hasta hace un mes porque un amigo nos sugirió hacer un vídeo que de un día para otro lo vieron más de un millón de personas. Nos quedamos sorprendidos de la acogida y a partir de ahí hemos ido creando más vídeos para contar un poco nuestra historia, quiénes somos, quiénes son nuestros hijos y cómo han venido a este mundo.
Son dos redes sociales muy diferentes. Tenemos una comunidad muy bonita que ha crecido mucho y estamos muy contentos porque nuestro mensaje está llegando muy lejos, tanto a una población joven a la que le sirve para conocer más a una familia diversa, como a gente que no tiene la oportunidad de ver familias como la nuestra en su día a día.
Las redes sociales generan tanto amor como odio. ¿Contasteis con el apoyo de vuestra familia y seres queridos cuando empezasteis a exponeros al mundo a través de una pantalla?
Cuando empezamos en Instagram nuestra familia nos apoyó. Bien es cierto que algunos amigos y gente más allegada dudaban un poco. Obviamente cada persona tiene un concepto de privacidad diferente, y hay gente que aplaude esa exposición que damos a nuestra familia y la visibilización y el cambio que eso supone, pero también hay gente que piensa que nos sobreexponemos y que hay cosas que deben quedarse en casa. Pero al final vieron que era algo necesario en estos tiempos que corren y por eso nos apoyan en nuestros proyectos de redes sociales.
Familias como la vuestra luchan para la visibilización de la diversidad, pero para muchas personas todavía es algo “extraño”. ¿Cuáles son esos comentarios que os hacen por puro desconocimiento y que más os molestan?
Nosotros estamos aportando nuestro granito de arena y nuestra generación es una generación del cambio de forma brutal. Ante esos cambios a nivel social, hay personas que se adaptan de forma liviana y rápida, y otros que son reticentes y resistentes.
Hay mucha gente que aun ve como una amenaza o le parece muy extraña una familia que se salga de lo tradicional, y recibimos muchísimos comentarios a diario por ello. En general no nos molestan los comentarios que recibimos porque no nos vemos reflejados en ello, sobre todo en redes sociales.
Sí que nos pueden llegar a molestar comentarios que vengan de personas influyentes en el panorama político que pueden afectar a que nuestras familias pierdan derechos y que instigan al odio, o comentarios que atenten contra nuestros hijos. Sin embargo, los comentarios negativos son mínimos y muchos son por puro desconocimiento, porque no han conocido otra realidad, a veces sin ninguna mala intención, aunque se digan. Por ejemplo, que nuestro hijo más pequeño, Atlas, tiene el pelo largo y “es de niñas”. O que como a nuestros dos hijos les gusta pintarse las uñas, hay gente que dice que se lo imponemos nosotros. Son comentarios que se dicen por total desconocimiento. Nosotros creemos que a los niños y las niñas hay que dejarlos que se expresen, que experimenten, que jueguen, que se lo pasen bien, que disfruten, y así serán felices y personas respetuosas en un futuro.
Por otro lado, molesta cuando la gente es muy insistente con el tema de que un niño tiene que crecer con una madre, más que por el mensaje en sí por la cantidad de veces que lo repiten. Un niño no necesita una madre, un niño necesita cariño, protección, educación, amor y dedicación. Obviamente los niños no viven en una burbuja. Tienen referencias femeninas alrededor de ellos todo el día.
En el lado opuesto, ¿cuáles son los comentarios más positivos que recibís?
Recibimos muchísimos comentarios positivos, por suerte. Lo que más nos llena es que nos digan que somos inspiración, que ayudamos, que mostrando nuestra familia podemos ayudar a él o a ella a sentirse fuerte en cuanto a su identidad de género u orientación sexual, o incluso a formar una familia en un futuro con los mismos valores que nosotros estamos educando a nuestros hijos; en libertad y que sean felices, sin coacciones ni prohibiciones.
También esa gente a que le abrimos los ojos a una nueva realidad, ya sea porque seamos dos padres gays, o porque hayamos sido padres por gestación subrogada.
Las personas pueden tener prejuicios o ideas preconcebidas, o que hayan cogido información de fuentes sesgadas. Pasa mucho que cuando nos conocen y conocen nuestra historia, nos escriben contándonos que antes pensaban de otra forma y que les hemos abierto los ojos; que algo que veían mal, a día de hoy lo ven diferente y lo aplauden.