Un joven de Reino Unido, de 15 años, cuya identidad no ha trascendido, tuvo que someterse a una cirugía de emergencia después de que, en un intento por medir su pene, según un estudio publicado en la revista médica Urology Case Reports.
El curioso experimento fracasó cuando el cable quedó en el escroto del adolescente como un catéter electrónico. A pesar de los intentos de extraerlo él mismo, el cable USB se enredó de tal forma que ambos extremos quedaron colgando.
La familia llevó al menor al hospital cuando éste comenzó a orinar. Después de que los intentos iniciales de quitar el cable no dieran su fruto, el adolescente fue trasladado al University College Hospital de Londres para ver si podían extraer el cable.
Según el informe, el niño avergonzado pidió hablar con los médicos sin la presencia de su madre, momento en el que "confesó" su aterradora idea.
Las radiografías posteriores revelaron que había un verdadero enredo de cable dentro del adolescente. Por ello, los cirujanos hicieron una incisión en la región entre sus genitales y el ano para sacarlo. Primero tiraron del extremo enrollado a través del agujero, cortándolo libre del resto del cable antes de quitar los trozos restantes, literalmente tirando del enchufe.
Afortunadamente, el niño se recuperó sin incidentes y fue dado de alta hospitalaria al día siguiente. Sin embargo, tuvo que someterse a una exploración de seguimiento dos semanas después y requerirá monitoreo en el futuro.
La inserción de objetos extraños en las partes privadas puede conducir a una serie de complicaciones, desde infecciones del tracto urinario hasta lesiones uretrales, aseguró el andrólogo londinense Amr Raheem al diario Daily Mail. "Cuando introduces algo dentro de tu cuerpo que no es estéril, puedes causar una infección tisular, las infecciones a veces pueden ser graves, especialmente en personas con baja inmunidad como en los diabéticos, una infección grave puede conducir a necrosis tisular o incluso sepsis", advirtió.
No está claro por qué alguien participa en este tipo de método invasivo de medición de miembros, pero los expertos dicen que a menudo se deriva de "la curiosidad sexual, la práctica sexual después de la intoxicación y los trastornos mentales como los trastornos de personalidad limítrofes, esquizoafectivos y bipolares", según el estudio, que señaló que "el paciente era un adolescente sano y en forma sin antecedentes de trastornos de salud mental".
Los expertos también han culpado al "sondeo", una extraña proclividad definida por la inserción de cuerpos extraños en la uretra. El mes pasado, un hombre randy de Michigan se quedó luchando por orinar después de que le alojaron seis frijoles en la uretra durante un extraño intento de gratificación sexual.