Molly-Rose Taylor, una adolescente de 19 años cuyos dolores menstruales fueron obviados por los médicos, se sorprendió al descubrir que en realidad tenía dos vaginas, úteros y cérvix. Hace dos años fue diagnosticada con útero didelphys, una condición rara que duplica la cantidad de órganos reproductivos.
Con tan sólo 9 años se quejó de los terribles dolores del período. Sin embargo, los médicos no pudieron detectar la pared de tejido de dos centímetros de espesor que divide su vagina.
La joven británica se preocupó cada vez más cuando los calambres insoportables la hicieron delirar y, a menudo, desmayarse. Cuando insertaba un tampón para absorber la sangre, esta continuaba derramándose. Los médicos descubrieron entonces que se debía a que ella tenía una segunda vagina.
En agosto de 2017, Molly-Rose tuvo una operación para extirpar el tabique longitudinal en el University College London Hospital. "Ahora sé que es porque estoy teniendo dos períodos a la vez. He estado tomando anticonceptivos desde los 12 años para tratar de reducir el flujo intenso y el desmayo. No fue hasta que me volví sexualmente activa, entonces comencé a preocuparme porque era imposible y muy doloroso", explica. Taylor afirma que antes de mi diagnóstico me aconsejaron que me hiciera una prueba de detección de una enfermedad de transmisión sexual debido al sangrado y el flujo anormal.
Taylor lamenta la falta de conciencia sobre el útero didelphys, que afecta a aproximadamente una de cada 3.000 mujeres. Estas cuentan con un útero doble en su mayoría y tienen embarazos exitosos pero el riesgo de aborto espontáneo aumenta, según la Clínica Mayo.
El útero didelphys, también conocido como doble útero, es una afección en la que una mujer nace con dos úteros, para separar los cérvix y, a veces, dos vaginas, aunque este no es siempre el caso. En términos de anatomía física, los dos úteros a menudo son ligeramente más pequeños que el promedio para adaptarse, aunque pueden ser tan grandes como un útero 'normal'. También permite quedar embarazada dos veces al mismo tiempo, con un bebé en cada útero.
Algunas mujeres también nacen con dos vaginas, aunque pueden tener relaciones sexuales y menstruar de la misma manera que las personas con solo una. A menudo se recomiendan cesáreas para reducir el riesgo de complicaciones. No hay tratamiento o cura para la afección.