Hiromu Inada, de 87 años, ya tiene un certificado en su pared que confirma su condición de Ironman de más edad del mundo, pero el japonés todavía está entrenando en su bicicleta para revalidar su título y espera seguir compitiendo hasta los 90 años.
La carrera Ironman está considerada como una de las pruebas de resistencia más duras del deporte, ya que requiere que los atletas naden 3,86 km, anden en bicicleta 180,25 km y se diviertan en un maratón completo de 42,19 km.
En 2018, a la edad de 85 años y 328 días, Inada fue a Kailua-Kona en Hawaii y estableció una nueva marca para la persona de más edad que completara el campeonato mundial Ironman, una hazaña que supera a la mayoría de las personas décadas más jóvenes que él.
La cancelación del Ironman de este octubre debido a la pandemia de coronavirus no ha mellado su ambición, e Inada mantiene su agotador programa de entrenamiento para volver a Hawaii el año que viene. El deportista afirma que es una oportunidad para descansar una rodilla dolorida y mejorar su técnica de preparación.
Delgado y bronceado por las horas de entrenamiento al aire libre, Inada parece un hombre que ha estado compitiendo en pruebas de resistencia toda su vida, pero sólo se dedicó a este deporte en su jubilación.
Después de trabajar para la emisora pública NHK, Inada comenzó a nadar y a correr, y compró una bicicleta a los 69 años. Tras la muerte de su esposa, las competiciones de Ironman se convirtieron en una obsesión para Inada.
En 2015, a la edad de 82 años, participó en el Ironman de Hawaii, intentando convertirse en el finisher más antiguo del que se tenga constancia, pero se quedó corto: su tiempo era 5 segundos más lento para ser registrado oficialmente.
Inspirado por el apoyo del público hawaiano, Inada regresó al año siguiente y completó la carrera en un tiempo de calificación, obteniendo su certificado Guinness.