Jacinto Bonilla pone cara de sufrimiento mientras levanta unas pesas. Segundos después, tras terminar el ejercicio, cambia su estado de ánimo. Está satisfecho por hacer deporte a su edad. Tiene 80 años y práctica Crossfit a diario en un gimnasio de Brooklyn.
El anciano asegura que se siente “muy bien y todavía muy fuerte a pesar de sus años”. Sobre todo se siente en forma como para medirse cada día con compañeros de unos cuantos años menos que él, contra los que compite y se compara cada vez que va a entrenar.
En el gimnasio, sus entrenadores aseguran que en estos diez años que lleva yendo, ya se ha convertido en un ejemplo para el resto de la comunidad.
Y si se le pregunta sobre su secreto dice que “descansar y comer bien”. Además, añade que no hace falta “hacer dieta”, pero sí “comer sano y darse caprichos tan solo una vez al mes”.