La fiebre por las redes sociales no es exclusiva de los más jóvenes. Personas mayores se muestran sin rubor en aplicaciones como Instagram, ya sea viviendo intensamente su serie favorita o jugando a los videojuegos mejor que sus nietos.
No son de la generación X Y o Z, la suya estaría más bien al comienzo del abecedario. Han descubierto que nunca es tarde para la fama y la diversión.
A Guadalupe la popularidad le ha llegado ya octogenaria en su butaca frente a la tele, abanicándose mientras ve y comenta su serie favorita. Fue su nieta quien vio en ella un filón de gracia y sabiduría, tanto lo vive que un final de temporada puede ser un auténtico drama para ella y sus fans.
Las redes sociales han llevado a estas abuelas una segunda juventud o segunda infancia. Una campeona de videojuegos a los 83, una referente en crossfit a los 72, una reina de la puntería bien pasados los 90, ni un reto viral se les resiste. Será que las viejas influencers nunca mueren.