Franciles ha sido discriminado por su propia madre tras confesarle que era gay: "Nunca lo olvidaré, cada palabra era peor que la anterior"
Miguel Ángel Tobías dirige el documental ‘El guion de tu vida’, donde recopila los testimonios de ocho jóvenes que han vivido situaciones muy duras desde pequeños
“Veía a mi madre muy enrollada y le dije que era gay, pero me dijo que tenía que cambiar porque sino no iba a pagarme la universidad”
Ocho jóvenes con una historia única, pero con algo en común: todos han sentido frustración, miedo e incomprensión cuando eran niños, pero sus ganas de luchar y salir a flote fueron más fuertes. Ese es el hilo conductor de ‘El guion de tu vida’, un documental de Miguel Ángel Tobías que recoge la historia de Mohamed, Diana, Franciles, Erika, Juan Antonio, Verónica, Sergio y Génesis.
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'El guion de tu vida' es un recorrido a través de la vida de estos ocho veinteañeros. Violencia, llamadas a la policía, accidentes, embarazos en la adolescencia y acoso escolar son algunos de los problemas que experimentan, pero todos tienen claro que por muy duros que sean tus comienzos, siempre hay esperanza y es posible superar los obstáculos.
Doble adaptación: de Perú a Madrid y su sexualidad
Franciles Padilla tiene 21 años y una vocación muy clara: ser trabajador social y ayudar a otras personas, sobre al colectivo LGTB. Sin embargo, el camino hacia la autoaceptación no ha sido sencillo.
Tras pasar su infancia en Perú, su familia decidió que debía mudarse a España con su madre y su hermano. "El proceso para que yo pudiera venir a España fue bastante largo, porque necesitaba la autorización de mi padre al ser menor de edad, pero nunca he mantenido contacto con él, no sé dónde está, sólo le he visto una vez en mi vida".
Tras todo el proceso burocrático, Franciles logró reunirse con su madre, pero tardó un año en asimilar que este era su nuevo y definitivo hogar. "Aquí no conocía a nadie. Fue un proceso que me llevó su tiempo", confiesa, pero poco a poco se enamoró de esta cultura. "Fui conociendo el Madrid liberal, y al compararlo con lo conservadora que es la gente en mi país me empezó a gustar España. Me empecé a sentir en mi salsa", añade entre risas.
Prácticamente lo que vino a decirme fue que yo tenía que cambiar, que sino no iba a pagarme la universidad
Pero si hay algo que marcó la vida de Franciles, sin duda fue la discriminación de su madre al conocer su orientación sexual.
Antes de venir a España, con 13 años, Franciles decidió contar a su madre que era gay. "Veía a mi madre muy enrollada y se lo dije, pero me salió el tiro por la culata". Su madre no aceptó bien esta noticia y decidió dejarlo todo, volver a Perú a hablar con él personalmente. "Prácticamente lo que vino a decirme fue que yo tenía que cambiar, que sino no iba a pagarme la universidad", y junto a estas duras palabras comenzaron a surgir frases tópicas como que tal vez era una etapa o que podría ser bisexual. "No me sentía apoyado", reflexiona Franciles.
Con los años esto empeoró. "Cuando yo empecé a salir con un chico mi madre vio una foto", recuerda. "Nunca voy a olvidar aquella noche. Cada palabra era peor que la anterior. Todavía las recuerdo y me siguen haciendo daño", añade sin poder evitar emocionarse.
No hay que ir a terapia, sino aceptarse
Con el tiempo Franciles decidió desvincularse de su madre, pero muchos jóvenes no son capaces. Su historia nos demuestra que la homofobia no es cosa del pasado y que si hay algo que de verdad se debería erradicar es la intolerancia.
El amor no tiene nada de malo, independientemente de si es hacia un hombre o hacia una mujer, y por mucho que lo intentemos es imposible cambiar nuestros sentimientos. “Reconstruir la orientación sexual” es un eufemismo que camufla una inmensa homofobia, y es que la bisexualidad, heterosexualidad, homosexualidad o cualquier otra orientación, son igual de sanas y naturales.
No hay que ir a terapia psicológica ni plantearse cambiar. Lo que sí es necesario es aceptarte, y la mejor herramienta para conseguirlo es rodearte de personas que te acepten tal y como eres. Da igual si es tu familia, tus amigos o tu pareja.
Franciles recurrió a grupos de apoyo LGTB, un recurso que cualquier joven en su misma situación puede utilizar, y esta experiencia le ayudó a encontrar su vocación. Por eso es fundamental pedir ayuda cuando la necesitamos y, sobre todo, no dejar que la intolerancia de los demás apague nuestro amor propio.
Si quieres conocer el testimonio completo de Franciles y del resto de protagonistas, puedes ver el documental 'El guion de tu vida' en el canal de Yasss en mtmad.