Con más de 200 mil casos confirmados en España, no cabe duda de que el coronavirus es muy contagioso. No es extraño que muchas personas tengan miedo a lo que va a suceder cuando se acabe el confinamiento, y si una conversación cara a cara sin mascarilla ya nos genera ansiedad, mantener relaciones sexuales todavía más.
En 1980 sucedió algo parecido. Se identificó el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), y el pánico se propagó más rápido que la propia enfermedad. Por aquel entonces era muy habitual la discriminación o el miedo a la hora de mantener relaciones sexuales. Todos estos estereotipos siguen vigentes hoy en día, aunque la probabilidad de infección por VIH usando preservativo es inferior a 1%. ¿Ocurrirá lo mismo con el coronavirus?
Miguel Gallego, psicólogo y sexólogo, tiene claro que, salvando las distancias con lo sucedido en los 80, sí van a aumentar los casos de erotofobia o miedo al contagio del coronavirus durante las relaciones sexuales. “De por sí el aislamiento puede reducir el deseo y la excitación sexual, estamos ante una situación muy ansiógena y el estrés repercute negativamente en el sexo”.
"Al tratarse de un virus hasta ahora desconocido y que ha generado un clima de pánico colectivo, es muy probable que las personas sientan más recelo a la hora de quedar para mantener relaciones sexuales, sobre todo con desconocidos vía redes sociales o de citas" comparte Gallego. Pero, por suerte, esto no durará eternamente, "a medida que vayan reduciéndose los contagios y volvamos a la normalidad, nuestro apetito sexual aumentará y nuestra desconfianza disminuirá".
Es importante encontrar un punto medio entre la precaución y el pánico. En medio de una crisis global debemos ser cautos y adoptar todas las medidas de seguridad posibles, como mantener entre 1 y 2 metros de distancia de seguridad o lavarnos las manos al volver a casa, pero el miedo no puede durar eternamente.
Los seres humanos somos animales sociales y, en consecuencia, necesitamos contacto. El sexo no sólo es una fuente de placer, sino también de intimidad y confianza, y renunciar a él por miedo al contagio no es la decisión más acertada.
"Me da miedo volver a hacerlo cuando acabe la cuarentena", confiesa Aina, una joven de 21 años que está pasando la cuarentena en Ávila con su familia. "No soy hipocondriaca, pero cuando pienso en quedar con alguien y que pueda contagiarme, se me quitan las ganas".
"Mi madre es población de riesgo y no quiero arriesgarme a llevar a casa un virus que puede ser mortal", afirma con rotundidad. "Entre mis ganas de ligar por Tinder o de tener sexo, y mi miedo al coronavirus, gana lo último".
El primer paso es seguir a rajatabla las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Lo más probable es que se produzca una vuelta a la normalidad escalonada. Debemos ser responsables, y esto significa no salir más de lo necesario, evitar hablar muy pegados a nuestro interlocutor, utilizar mascarilla y guantes, y no formar grandes aglomeraciones de personas.
A medida que la situación se estabilice y pasemos de fase en el plan de desconfinamieinto, las medidas se relajarán, pero el coronavirus seguirá entre nosotros. Por eso es fundamental ser sensatos y sinceros. Si sospechas que tienes síntomas, ponte en contacto con tu médico y no quedes con nadie (y evita el sexo o los besos).
De cara a mantener relaciones sexuales prudentes, Miguel Gallego propone varias recomendaciones:
Sea como sea, el sexo tiene múltiples beneficios para nuestra salud, y cuando todo vuelva a la normalidad no debemos dejarnos guiar por el miedo. Respetando las medidas de seguridad, nuestra salud estará a salvo.