Jeanne, la joven que denunció a través de una carta en Twitter que el Museo de Orsay vetó la entrada por llevar escote, ha posado desnuda en un montaje con algunas de las obras más importantes del museo, en llamas.
La parisina ha colaborado con el colectivo Coste & Billy para 'vengarse' del museo por haberle prohibido la entrada. Así, ha posado sin ropa para un montaje con algunas de sus obras en llamas, bajo un texto en el que explica que es su "Visión del atuendo republicano". Y ha querido dejar claro que su mensaje "sigue siendo el mismo".
La joven hizo pública una misiva dirigida al Museo a principios de septiembre, en la que mostraba su indignación y con la que adjuntaba una foto tomada unas horas antes del incidente en la que se la ve con un vestido estampado con un escote en "uve", acompañado del comentario "el vestido de la discordia".
"No me dejaban entrar pero nadie me decía por qué, me miraban el escote y ese es todo el gesto que hacían", contaba la joven en la carta.
Ante su indignación, los responsables de seguridad del museo le pidieron que se cubriera con una chaqueta que llevaba en la mano y ella se negó en un primer momento.
"No quiero ponerme la chaqueta porque me siento obligada, me siento avergonzada, siento que todos me miran los pechos, soy sólo mis pechos, soy sólo una mujer sexualizada", dijo.
Jeanne aceptó finalmente ponerse la chaqueta para poder entrar porque le decían que eran "las normas" y una vez dentro observó que muchas obras representan hombres y mujeres desnudos, pero las segundas "con poco pecho", subrayó.
El tuit de la afectada, que ya acumula miles de retuits, no tardó en provocar la reacción del Museo de Orsay, también a través de la red social, disculpándose: "Lamentamos profundamente este incidente y pedimos excusas a la afectada", indicó.
Numerosos usuarios han mostrado su apoyo a la joven con diferentes mensajes e incluso con fotos de cuadros famosos que se ven en Orsay como "El desayuno en la hierba" de Manet, en el que aparece una mujer desnuda junto a dos hombres vestidos, o en "El origen del mundo", de Courbet, que muestra la vagina de una mujer.
El incidente se añade a una polémica surgida el mes de agosto después de que dos agentes de policía se acercaran a un grupo de mujeres en la playa de Sainte-Marie-la-Mer (sur) y les pidieran que se pusieran la parte superior de sus bikinis.
La difusión de esa acción policial generó una respuesta del ministro del Interior, Gerald Darmanin, quien tuiteó que era "infundado" el hecho de que la policía regulara la ropa que la gente usa en la playa.
"La libertad es un bien precioso", escribió. "Y es normal que la administración reconozca sus errores", refiriéndose a la actuación de los agentes.
Según la policía, los funcionarios fueron abordados por una familia que dijo sentirse incómoda por las bañistas en toples ya que sus hijos estaban presentes, por lo que pidieron a las mujeres si podían cubrirse