El dueño de un restaurante de Sao Paulo ha sido detenido por ofrecer "churrasco gratis por un año a quien mate a Joao Doria", en referencia al gobernador de ese estado. El provocativo mensaje estaba escrito en una pizarra ubicada en la fachada del local.
El hostelero, cuya identidad no fue revelada, fue trasladado al Departamento de Policía Judicial bajo el cargo de incitación al crimen, que según el Código Penal puede acarrear detención de tres a seis meses, multa o trabajo comunitario.
El individuo, que responderá ante la justicia en libertad, testificó y se comprometió a comparecer ante el tribunal, según la Secretaría de Seguridad Pública.
El cartel con la amenaza al gobernador paulista ha aparecido en el contexto de las nuevas restricciones anunciadas por la autoridad regional a finales de enero para combatir el avance de la pandemia de coronavirus en ese estado.
Doria había establecido alerta roja en Sao Paulo, por lo que decretó el cierre de todos los comercios desde el 25 de enero hasta el 7 de febrero, lo cual desató algunas protestas entre los dueños de bares y restaurantes que pidieron el cese de la medida que, según ellos, afectó a unos 10.000 establecimientos.
El pasado miércoles, Doria revocó la disposición y anunció que a partir de este fin de semana podrán reabrir los restaurantes, centros comerciales y locales, aunque solo los sábados, domingos y días festivos.
El gobernador de Sao Paulo ha ganado relevancia en los medios de comunicación por su disputa con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por el manejo de la pandemia. Desde abril de 2020 Doria tomó medidas para frenar el avance del coronavirus en Sao Paulo, enfrentándose al mandatario, que lo acusó de inflar las cifras de muertes por covid-19 para dañar a su Gobierno.
El conflicto se recrudeció en noviembre del año pasado, cuando Doria anunció la llegada del primer lote de vacunas CoronaVac, de la farmacéutica china Sinovac Biotech, a Sao Paulo, que gestionó la compra del antígeno sin la participación del Gobierno federal porque "no había tiempo que perder". Previamente, Bolsonaro había manifestado su escepticismo sobre su eficacia.