Pillados in fraganti. Una decena de personas han sido descubiertas en Navarra cuando utilizaban dispositivos con cámara y audio ocultas en las mascarillas mientras realizaban el examen teórico para obtener el carné de conducir.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Navarra ha realizado un operativo localizando a lo largo de este último mes a 10 personas que utilizaban medios tecnológicos para superar el examen y así conseguir el carné de conducir de forma fraudulenta.
Las cámaras escondidas a la altura del pecho o en el interior de una mascarilla eran prácticamente imperceptibles a simple vista. La cámara facilitaba a una tercera persona que se encontraba fuera de las instalaciones ver las preguntas y hacer llegar las respuestas del cuestionario, según ha informado la Delegación del Gobierno en Navarra.
Las personas que se encontraba realizando el examen recibían las respuestas a través de receptores de audio, pinganillos de pequeñas dimensiones colocados en la parte interna del oído.
Entre las modificaciones de la Ley de Tráfico, que entrará en vigor en breve, se han incorporado sanciones para estos intentos de fraude en las pruebas para la obtención de los permisos de conducción y otras autorizaciones administrativas para conducir.
Con la nueva normativa esta práctica pasa a ser considerada como una infracción muy grave, sancionada con una multa de 500 euros. Además, el aspirante no podrá volver a presentarse a la prueba en el plazo de 6 meses.
Otro intento de fraude que ha sido detectado es la suplantación de identidad, que es un delito penado en vía judicial. En este caso una persona distinta del aspirante se presenta a la prueba en su lugar.
La Jefatura Provincial de Tráfico, con la colaboración de la Guardia Civil, mantendrá e incluso intensificará estos controles para abortar cualquier intento de fraude en las pruebas para la obtención de los permisos de conducir.