De todos es sabido ya a estas alturas que J. K. Rowling sufría de una gran depresión en su vida antes de escribir la saga de libros que la catapultó a la fama: Harry Potter. La escritora británica había sido diagnosticada de depresión clínica y mientras comenzaba a escribir 'Harry Potter y la Piedra Filosofal' tuvo que atravesar momentos muy difíciles de su vida: el fallecimiento de su madre, el desempleo y la lucha por ser una madre soltera tras un matrimonio fallido. Pero J. K. Rowling consiguió salir adelante de ese pozo negro sin fondo e introdujo representaciones mágicas de la realidad acerca de la psicología, la tristeza y la depresión que ella misma había experimentado a través de Harry Potter y sus aventuras.
¿No nos crees? Existe una teoría que defiende que toda la saga mágica de J. K. Rowling es una alegoría completa de los trastornos mentales. Esta teoría se basa en un análisis de los libros desde el punto de vista de que Harry se nos presenta como un niño en un mundo normal donde él tiene delirios hasta que entra en Hogwarts, un colegio cerrado y peligroso que podría ser un psiquiátrico. Por no hablar de que en la conversación final de Harry con Dumbledore en el Limbo, donde Harry le pregunta al director de Hogwarts si todo es real y este le contesta: "Por supuesto que está pasando en tu cabeza, Harry. Pero eso no quiere decir que no sea real". ¿Te encaja todo ahora?
En el mundo fantástico de Harry Potter, los dementores son criaturas mágicas bajo el dominio del Ministerio para vigilar la prisión de Azkaban, donde se encuentran encerrados los magos más peligrosos. Los magos que ingresan en esta prisión terminan volviéndose locos porque los dementores les dejan sin recuerdos felices en su mente. Estos monstruos se alimentan de la felicidad de sus víctimas, la cual absorben hasta sumirlas en la depresión más absoluta eliminando hasta el último rayo de esperanza. También pueden absorber el alma de los humanos con un beso.
Son criaturas descritas como fantasmas fríos sin cara y encapuchados en una túnica de negro. La única forma de derrotarlos es a través del encantamiento Patronus, que toma la forma de un animal según cada persona y se compone únicamente de momentos felices. El Expecto Patronum es uno de los hechizos más complicados de realizar y no todo el mundo es capaz de conjurarlo.
En 2018 una fan de la saga mágica de Harry Potter dio las gracias a J. K. Rowling por sus libros en Twitter porque estaba pasando por un nuevo episodio grave de depresión y las aventuras de Harry Potter eran su escape mágico de la vida real para reforzar su Patronus. La escritora británica le dijo entonces a esta tuitera que esas mismas historias habían salvado a su autor y que le hacía realmente feliz que hubieran podido salir al mundo para ayudar también a otras personas. Además, le animó con este momento de su vida diciéndole: "Mantén ese Patronus poderoso".
Y es que la depresión de J. K. Rowling antes de escribir Harry Potter está muy plasmada en sus libros, empezando por los dementores. La escritora ha hablado siempre abiertamente de su depresión: "Conozco la tristeza. La tristeza es llorar y sentir. Es esa ausencia fría de sentimientos, esa sensación realmente vacía. Esto es lo que son los dementores". J. K. Rowling se basó en su depresión para crear unas criaturas mágicas chupópteras de la energía vital, pero nos dio la llave para poder combatirlas: un Expecto Patronum y pensar siempre en los recuerdos felices, tal y como Lupin le dice a Harry en 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban':
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la depresión es la enfermedad mental más frecuente y afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y la principal causa mundial de discapacidad. Puede ser potencialmente peligrosa si no se trata porque puede llevar al suicidio si se dilata en el tiempo y se agudiza. Las personas que la sufren suelen sentir un gran sufrimiento, tristeza generalizada y falta de motivación para salir de la cama y experimentar un nuevo día, llegando a afectar seriamente en sus actividades cotidianas laborales, familiares y escolares. Suele afectar más a las mujeres y se relaciona con la infancia.
Aunque poco a poco se está dejando de estigmatizar y se empieza a hablar más de ello, todavía queda mucho camino para que las enfermedades mentales se traten igual que se tratan las enfermedades físicas en la salud pública y para que dejen de ser un tema tabú en la sociedad. Si crees que puedes estar experimentando síntomas relacionados con la depresión. Y recuerda que nunca estás solo, que tus amigos y familiares estarán ahí para ayudarte a superar ese pozo negro.