El coronavirus ha impactado en las medidas higiénicas de muchos ciudadanos, que ahora se han dado cuenta de la importancia de mantener una correcta higiene tanto en los lugares abiertos como en el propio domicilio.
En nuestra casa es importante mantener la limpieza y desinfección de las superficies más usadas. Sin embargo, también hay unos puntos que son clave para mantener tu hogar perfectamente limpio y que puede que casi nunca te pares a pensarlos.
El lavavajillas: estos aparatos suelen contener bacterias que se asocian a problemas de salud, como intoxicaciones alimentarias. Desde la AARP aseguran que las partículas de la comida se pueden quedar atrapadas en el filtro, y puedes terminar lavando tus platos con suciedad acumulada.
Haley F. Oliver, profesora de Ciencias Alimentarias en la Universidad de Purdue, recomienda limpiar el filtro del lavavajillas una vez a la semana. Tras limpiar el filtro, también recomienda limpiar el interior de este electrodoméstico. Para ello puedes utilizar una taza llena de vinagre blanco y encender el lavavajillas en un ciclo normal para que la grasa se despegue del interior y quede limpio y reluciente.
El horno: muchas veces en el horno se quedan restos quemados de nuestras comidas, lo que puede estropear nuestros siguientes platos. Además, también es importante limpiar el horno porque un exceso de grasa acumulada podría llegar a provocar un incendio.
El ventilador: si está sucio, el ventilador puede esparcir el polvo y el polen acumulados en sus aspas. Por ello es importante que de vez en cuando limpies bien las aspas con un paño húmedo.
El colchón: aunque cambiemos la ropa de cama, no significa que el colchón este limpio. La experta F. Oliver recomienda limpiar nuestro colchón cada seis meses. Para hacerlo, podemos aspirar el colchón con la aspiradora. Además, con un quitamanchas podemos eliminar las posibles manchas y con bicarbonato eliminar los olores.
El estropajo de la cocina: suele ocurrir que el estropajo con el que limpiamos la superficie de la cocina esté más sucio que los propios lugares donde limpiamos. En estas esponjas se pueden acumular cientos de bacterias, por lo que en este caso la experta recomienda algo muy sencillo: cambiar tu estropajo de manera recurrente.