Gema, médico joven contagiada por coronavirus: "A todos los que lucháis conmigo, vamos a ganar"
Gema Izquierdo ha estado al pie del cañón desde que empezó la crisis atendiendo en la sala covid del centro de salud del área del Hospital Ramón y Cajal
Cansancio, presión, atender con falta de material o ver cómo tus compañeros van cayendo: así ha vivido esta médico la crisis del coronavirus
Se llama Gema Izquierdo, tiene 31 años, es médico y es mi amiga. Nos conocimos en primero de la ESO cuando, por aquel entonces, ni ella sabía que quería se acabaría dedicando a la medicina ni yo que acabaría siendo periodista. Con 11 años nos preocupaban otras cosas: las notas, los chicos o cómo esconder la comida que no nos gustaba del comedor y que las monjas no se enterasen. Ahora mismo, bastantes años después, lo que nos preocupa desde nuestras profesiones (aunque sean bien distintas) es el coronavirus, esta epidemia que nos está castigando tanto.
Las conversaciones en nuestro chat de WhatsApp de amigas del colegio eran más o menos "normales" hasta que, a finales de febrero, Gema empezó a hablarnos del coronavirus y a mandarnos información y las primeras fotos suyas usando mascarilla, guantes y demás tras detectar los primeros casos en su centro de salud. Aún no teníamos ni idea de lo que estaba por llegar (aislamiento de toda la población española, muertes, casi 50.000 contagiados…)... ni ella de lo que iba a vivir.
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Cronología de un contagio
Desde principios de marzo, María, Silvia, Isabel, Laura y yo, hemos vivido con ella cómo iba evolucionando esta crisis en nuestros país y en el hospital Ramón y Cajal de Madrid: desde los primeros diagnósticos que hizo, pasando por la presión, la impotencia o incluso el miedo que ha sentido todos esos días al pie del cañón sin material suficiente y viendo cómo sus compañeros iban cayendo, hasta que ella ha dado positivo en COVID19.
No están siendo días fáciles para el personal médico de nuestros país: están haciendo jornadas maratonianas de trabajo y se están viendo muy expuestos ante el virus al no contar con el material adecuado. De hecho, ya hay más de 5.400 sanitarios infectados, entre los que está Gema.
Precisamente por ellos, el sábado 14 de marzo empezamos a salir a las ventanas, a las terrazas o los balcones para aplaudir fuerte por toda la labor que están haciendo. Y desde entonces, ese sencillo gesto nos ha unido a todos los españoles cada día a las 20:00 h (empezamos a las 22:00 pero rebajamos la hora para que los más peques de la casa pudieran unirse), cuando dejamos todo los que estamos haciendo para mandarles nuestro apoyo.
Por ellos también nos estamos quedando en casa, para no colapsar los hospitales o los hoteles reconvertidos en hospitales. "Quedaos en casa y ayudadnos", fue el sencillo mensaje que nos transmitió Gema cuando en Madrid empezaron a anunciar las primeras medidas extraordinarias por el coronavirus (se suspendía la actividad presencial en todos los niveles educativos, se aconsejaba a las empresas el teletrabajo, evitar los viajes que no fuesen estrictamente imprescindibles, etc.) antes de que se decretase el estado de alarma. "La cosa va a ir a peor: esto es exponencial, chicas", nos avisó Gema cuando todo esto estaba empezando.
Después de un montón de días agotadores en la sala covid del centro de salud del área del Hospital Ramón y Cajal, el jueves 19 Gema ya se olía que había caído: "chicas, tengo fiebre", nos dijo. Al día siguiente le hacían la prueba y, mientras esperaba el resultado desde casa (no podía trabajar), estar de brazos cruzados sin saber si era positiva o no, le generó ansiedad y angustia. Dos días después, el sábado 21 recibía la noticia: era positiva.
El mensaje de Gema tras conocer que estaba contagiada
Cinco días después de estar contagiada por COVID19, Gema compartió la siguiente foto en sus redes acompañada de un mensaje de ánimo a todos sus compañeros que están luchando contra esta infección. Tras leerlo la escribí corriendo para que me dejase compartirlo en Yasss. No tardó ni cinco minutos en decirme que sí y en pasarme todo el material necesario. Estas fueron sus emotivas palabras:
"Cuando echo la vista atrás, me hago consciente de que, probablemente, por esta fecha me contagié. No importa si me contagió un paciente frente al que no me protegí, si me contagié tras 7 horas vestida así, si quizá me equivoqué al desvestirme o si fue con alguno de mis compañeros. La realidad es que no me importa estar contagiada, me importa que mis compañeros tengan la suficiente protección para disminuir la prevalencia de contagios entre sanitarios, que se cuide a quienes cuidan y que no seamos trasmisores de enfermedad entre pacientes.
Hoy, desde casa, los sentimientos y emociones están a flor de piel. Por un lado, siento la debilidad y síntomas de la enfermedad (la fiebre, la tos, algo de disnea y un cansancio enorme), por otro, la impotencia de no poder estar ayudando a mis compis, que ahora mismo están dando sus vidas por esta causa, entregando el 200%, sin una sola queja por sus horarios, su desbordamiento y la situación emocional tan compleja que se vive desde dentro.
A todos los que lucháis conmigo contra esta infección: paz, calma, esta lucha la vamos a ganar y en la mayoría de los casos, sin casi dificultad.
A mis incansables compañeros: fuerza, sois valientes, sois muy humanos y ante todo, tenéis claro que lo importante son ellos, nuestros pacientes. ¡Cuidaos mucho, protegeos y apoyaos unos en otros, esta lucha la vamos a ganar!
Y para mí, mi mensaje diario: un día más, un día menos. Deseando recuperar y estar de vuelta".
¡Un Yasss enorme por todos nuestros sanitarios!