La llegada de la ola de frío tras el paso de Filomena es sinónimo del encendido de las calefacciones en el hogar, donde ahora pasamos mucho más tiempo a consecuencia de la recomendación de reducción de la movilidad y los toques de queda como consecuencia de la nueva ola de contagios del Covid-19, el teletrabajoo recientemente este temporal.
Con respecto al uso de los radiadores, cometemos muchos errores que nos pueden hacer no aprovechar del todo sus beneficios. Hay que evitar la mala práctica de tapar los radiadores porque no encajan con la decoración, ya que eso provoca una reducción de su rendimiento.
Tampoco es una buena práctica poner ropa húmeda encima para secar. Los radiadores funcionan por convección y el calor va de abajo a arriba, por eso es habitual situarlos cerca de las ventanas.
Antes de encender la calefacción, es recomendable purgar los radiadores para sacar las burbujas de aire acumuladas y hacer un rápido chequeo de que están en buenas condiciones. Así como poner paneles reflectantes de calor detrás de los radiadores para potenciar su efecto y ahorrar entre un 10% y un 20% del gasto.
Para un buen mantenimiento de los radiadores, hay que revisar que no haya pérdidas. Para ello puedes utilizar un trozo de papel higiénico y no hace falta que enciendas la calefacción. Si pasas el papel por las juntas y las conexiones y no se humedece, no hay pérdidas.
Además, también tienes que controlar si tienen aire caliente. Para ello, revisa la parte de arriba y la del final del radiador, que tienen que estar igual de calientes que el resto. Si no hay suficiente calor, deberás purgarlo para sacar el aire.
Uno de los trucos para ahorrar en calefacción y mantener el calor del hogar se basa en los grados de tu calefacción. A mayor número de grados, más gasto de calefacción. De media, por cada grado menos se ahorra entre un 7-11% de la energía. La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados, por lo que poner la calefacción mucho más alta sería un derroche de gasto y energía. Es más, los expertos recomiendan apagar la calefacción o no sobrepasar los 16º por la noche o si se sale durante poco tiempo y ahorrar, así, hasta un 13% del consumo.
Muchas veces se pone la calefacción muy alta y se lleva en casa ropa típica de verano más que de este periodo, por el calor excesivo acumulado en la vivienda. Lo ideal es vestir ropa de invierno cómoda que permita también guardar el calor corporal y no sobrepasar la temperatura de calefacción recomendada.