Todo parecía ser un día normal para el científico Mario Lebrato, quien dedica gran parte de sus días a rescatar tiburones por las costas de Mozambique, en África Oriental. De pronto vio algo que le impactó: un tiburón de punta negra, al que denominó zombi, siguió nadando pese a que perdió gran parte de su cuerpo tras ser víctima de una lucha feroz.
Lebrato se encontraba grabando a un tiburón de punta negra (Carcharhinus melanopterus) recién liberado cuando cayó en las fauces de un grupo de tiburones toro (Carcharias Taurus). La lucha terminó con el pobre escualo medio comido, que fue capaz de seguir nadando despedazado durante 20 minutos, por eso fue llamado tiburón zombi.
El experto explicó al diario The Sun que el tiburón punta negra puede llegar a medir unos 1,6 metros, como mucho 2, y pesan unos 13 kilogramos. En cambio, su oponente, el tiburón toro alcanza los 3 metros de longitud y pesa casi 160 kilogramos de media.
De hecho, en el caso de este tiburón, en The Sun señalan que Lebrato calculó que sus oponentes podrían pesar unos 300-400 kilogramos. El video captado en el océano podría ser tomado como canibalismo porque ambos son tiburones, pero de especies muy distintas.
En general suele ocurrir entre especies con gran diferencia de tamaño, como ha sucedido con este tiburón zombie. Por ejemplo, el profesor Mark Meekan, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, declaró en un medio de comunicación del país oceánico que ocurre habitualmente cuando algunos tiburones caen accidentalmente en redes de pesca extendidas por los humanos. Estos emiten señales de auxilio para que sus compañeros vengan a rescatarlos, pero a veces estas pueden ser recibidas por otros escualos que ven ahí una comida copiosa y fácil de conseguir.
Además del reciente caso, en 2016 se encontraron restos de dientes de crías de tiburón en las heces fosilizadas de un género extinto de tiburones, el Orthacanthus.
Asimismo, un estudio publicado recientemente demostró que los tiburones también solían enfrentarse a otros grandes animales marinos, pues se descubrió que hubo una antigua pelea entre un cachalote y el tiburón extinto más grande de todos los tiempos, el megalodón.