Una fotógrafa borra todas las imágenes de una boda como venganza por el maltrato de los novios
La pareja acordó pagar a su amiga 200 euros por 10 horas de trabajo
No le reservaron sitio para comer y el novio se negó a dejar que descansara 20 minutos
La fotógrafa eliminó delante del novio todas las imágenes que había tomado
No es infrecuente que las instantáneas de una boda se le encargue a un amigo o conocido de la pareja aficionado a la fotografía en vez de a un buen profesional a fin de ahorrarse un dinero, aunque al final estas decisiones pueden ser contraproducentes. Es el caso de una pareja que decidió contratar para inmortalizar su enlace matrimonial a una amiga que trabaja como peluquera canina. Según informa 'Meganoticias', acordaron pagarle 200 euros por 10 horas de trabajo. Sin embargo, la decisión que iba a suponer un ahorro en la cuenta final de la boda, se convirtió en una pesadilla para todos.
La fotógrafa amiga de la pareja ha contado su versión de la historia, que comenzó sobre las 11 de la mañana del día de la boda. Durante la primera parte de la jornada todo iba a pedir de boca. Acompañó a la novia por distintos lugares para hacer las fotos previas al enlace y después se encargó de que tanto la recepción como la propia celebración quedaran bien recogidas.
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Los problemas comenzaron en el banquete, cuando a las 5 de la tarde la fotógrafa se dio cuenta de que no le habían reservado un sitio para que pudiera comer: "Me dijeron que no podía parar a comer porque tenía que seguir ejerciendo de fotógrafa. De hecho, no me guardaron sitio en ninguna mesa. Me empecé a cansar y a arrepentirme de haber aceptado este trabajo por casi nada".
"No me dieron ni un vaso de agua"
Sin embargo, la situación aún iba a empeorar: "La peor parte, al menos para mí, fue que ni siquiera se me dio un vaso de agua. Encima hacía mucho calor, por encima de 40°C, y no había aire acondicionado". Así que la peluquera reconvertida en fotógrafa se acercó al novio para pedirle un descanso de 20 minutos para poder comer, reponer fuerzas y seguir adelante con su tarea. Para su sorpresa, el novio le dijo que no y le amenazó con no pagarle los 250 dólares acordados.
Entonces la fotógrafa llegó al límite y explotó: "Le pregunté si estaba seguro de lo que me decía y me dijo que sí, así que borré todas las fotos que hice delante de él y me fui diciéndole que ya no era su fotógrafa". Así que peluquera canina se quedó sin su dinero, pero la pareja perdió para siempre las fotos de su boda.