La ciudad alicantina de Benidorm, conocida como la Nueva York del Mediterráneo, con 70.000 vecinos en el padrón y muchos más en verano, ya tiene todo listo para inaugurar el rascacielos residencial más grande de Europa. Un total de 198 metros y 47 plantas que acogen 256 apartamentos y que a punto estuvieron de convertirse en uno de los fiascos más monumentales de la burbuja inmobiliaria de principios de siglo.
El edificio Intempo, dos torres unidas por un enorme cono-diamante en lo alto, está a punto de recibir el certificado de fin de obra. El camino no ha sido nada fácil, y es que han tenido que pasar 14 años desde que se inició su construcción y ocho desde que la crisis económica paralizó la obra durante un lustro largo de peripecias financieras y judiciales. Pero ya está aquí.
Ahora se llama Intempo Sky Resort, y son la promotora Uniq Residential y la constructora Dragados las encargados de vender y rematar al detalle la monumental construcción.
La entrega de las primeras viviendas del rascacielos se espera en septiembre y solo un 40% de los pisos están vendidos. Los precios oscilan desde los 250.000 euros hasta superar el millón de euros.
Desde la primera planta hasta el piso 22 se encuentran las viviendas más asequibles y, a medida que se asciende de planta, mayor es el precio. Las viviendas de las plantas 38 hasta la 45, las que albergan el icónico diamante, son las más lujosas, con hasta cuatro habitaciones, superando los 250 metros cuadrados y con vistas al mar y a la montaña. Su particular geometría en esta parte superior del edificio hace que los apartamentos vayan aumentando en superficie a medida que se incrementa la altura.
Entre los potenciales compradores, señala la empresa, figuran muchos clientes extranjeros, como rusos, nórdicos, franceses o alemanes, pero también se han recibido un gran número de reservas por parte de españoles.
Desde que se iniciara el proceso de venta de las viviendas, se han podido observar tres perfiles: el de residente, que usaría el piso durante los periodos vacacionales; el de inversor, que tiene el objetivo de obtener un beneficio económico a través de la rentabilidad del alquiler, y uno mixto, para disfrutarlo una parte del año y otros meses alquilarlo, explica Uniq Residential.
Estas viviendas serán totalmente exteriores y contarán con espacios abiertos y diáfanos. Su compleja remodelación ha sido ideada con el objetivo de proporcionar y garantizar la máxima privacidad a los inquilinos, y estarán adecuadas y equipadas con instalaciones y acabados de lujo para dar respuesta a la demanda más exclusiva del mercado.
La entrada al edificio está provista de un gran lobby (atrio) de entrada, con una extensión de 600 metros cuadrados que, al mismo tiempo, contará con acceso para vehículos (valet zone) y el cubrimiento ajardinado del parking público que se situará en la parte frontal del edificio.
En la parte posterior del edificio se podrá disfrutar de una piscina de estilo playa y una piscina infantil, de 800 m2 y 90 m2, respectivamente, ocupando una superficie total de 4.300 m2. En cuanto a la parte delantera, la torre de poniente contará con una zona para niños de más de 1.000 m2., al tiempo que la torre de levante dispondrá de un restaurante exclusivo para propietarios con terraza de 1.200 m2 y de una lámina de agua de 80 m2.
Con respecto a las dos últimas plantas, la 46 y 47, el edificio cuenta con un espacio wellness en el que los inquilinos podrán disfrutar de piscina infinity, zonas de masaje, sauna, gimnasio, jacuzzis y rooftop. De esta manera, Intempo suma más de 13.000 m2 destinados a zonas comunitarias.
Además, el Intempo Sky Resort se compromete a ofrecer servicios comunitarios al estilo de un resort de lujo. Entre estos servicios, algunos de pago por uso y otros incluidos en las cuotas de la comunidad, se encuentran, por ejemplo, fisioterapeuta, entrenador personal, recogida en aeropuerto o servicios de gestión de alquileres.