¿Por qué es importante el ejercicio físico para nuestra salud mental? Una psicóloga explica sus beneficios
El 12% de los casos de depresión y ansiedad están relacionados con el sedentarismo según Isaac Amigo, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo y especialista en psicología clínica
Desde pequeños aprendemos que el ejercicio es un castigo y una herramienta para perder peso, ganar músculo o cambiar nuestro cuerpo, siendo esta creencia muy peligrosa
¿Qué es ser activo? Te damos las tres claves para no obsesionarte y encontrar ese ejercicio que te ayudará física y mentalmente
No es un secreto que la actividad física es beneficiosa para nuestro cuerpo, pero a la hora de señalar sus ventajas solemos quedarnos con lo más superficial, es decir, todo lo relativo a la apariencia. Vemos el ejercicio como una herramienta para perder peso, y esta creencia inevitablemente nos hace odiar cualquier tipo de actividad, porque se convierte en un castigo.
El problema es que la asociación entre ejercicio y castigo surge desde que somos muy pequeños, y sino que levante la mano quien disfrutaba en clase de educación física. Por norma general, eran muy pocos, y las actividades más divertidas eran las grupales como los deportes en equipo o las salidas al aire libre. En otras palabras, todos odiábamos el test de Cooper y la prueba Course Navette.
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Como en nuestra infancia y adolescencia nos enseñan que el ejercicio es algo aburrido que sólo está creado para unos pocos (los atléticos de la clase y a quienes les gustaba el fútbol, generalmente), lo odiamos hasta la saciedad incluso siendo adultos. Pero, ¿qué me dirías si te cuento que el ejercicio es mucho más de lo que crees?
¿Qué es ser activo?
Ser activo no es matarte en el gimnasio todos los días de la semana. Tampoco es salir a correr media hora cada mañana aunque lo detestes. Y para tu consuelo, no necesitas hacer una rutina de Patri Jordán a diario para sentirte saludable. Por ejemplo, caminar tiene muchísimos beneficios:
Ser activo es:
- Encontrar algo que te guste. Puede ser bailar, hacer yoga, salir de senderismo o montar en bici. El proceso hasta que descubres tu pasión puede ser largo, por eso es importante ir probando cosas nuevas y no forzarte a practicar deportes que detestas.
- Considerar el ejercicio como una meta en sí misma. A menudo, hacemos una actividad para algo, y como hemos dicho ese algo suele ser adelgazar o tener más músculos. No pasa nada por querer cuidar nuestro cuerpo, pero para que el ejercicio se convierta en un hábito lo ideal es que sea placentero y nos haga disfrutar, independientemente del motivo por el que lo practicamos.
- Cuidar nuestra mente tanto o más que nuestro cuerpo. Todos (o casi) nos hemos apuntado al gimnasio o nos hemos matado a correr durante semanas porque odiábamos nuestro cuerpo. De una forma u otra, la actividad física se convertía en una forma de autocastigo. Si era enero y en Navidades habías comido más de la cuenta, ejercicio. Si se acercaban los meses de verano, ejercicio. Si una pandemia te había hecho engordar varios kilos, ejercicio. Esta mentalidad no es sana porque si bien busca beneficiar nuestro cuerpo (o eso creemos), lo que acaba logrando es hundir nuestra salud mental.
¿Por qué es importante el ejercicio? Sus beneficios psicológicos
Isaac Amigo, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo y especialista en psicología clínica, señala en su ‘Manual de Psicología de la Salud’ que aproximadamente un 12% de los casos de ansiedad y depresión guardan relación con el sedentarismo.
Hasta hace un año, este dato podría parecernos exagerado, pero el confinamiento por el coronavirus nos ha demostrado lo importante que es salir y mover nuestro cuerpo, sobre todo en un contexto social.
El ejercicio, independientemente de la actividad que realicemos, mejora la ansiedad y los síntomas depresivos, alivia el estrés, reduce la irritabilidad y produce una sensación de autocompetencia. Además, estos beneficios son independientes de los cambios a nivel físico. En otras palabras, no necesitas que tu báscula te indique que has perdido varios kilos o que necesites una talla menos.
Las razones por las que ser activos resulta tan beneficioso son:
- Se produce un estado físico de relajación muscular, que induce una sensación de calma.
- Nos exponemos a síntomas que pueden resultar angustiosos, como hacer ejercicio en público sin sentirnos juzgados, o tener palpitaciones en un contexto seguro.
- Durante un breve periodo de tiempo, nos distraemos y no pensamos en nuestras preocupaciones del día a día.
- Si el ejercicio es grupal, nos vemos obligados a socializar y ese apoyo social es capaz de mejorar nuestro estado de ánimo.
- Sentimos que tenemos control sobre nuestro cuerpo.
Como hemos visto, no hace falta ir al gimnasio ni mucho menos forzarnos a hacer actividades que no nos gustan. Lo que importa es encontrar aquello que nos hace sentir cómodos, seguros de nosotros mismos y motivados. Y lo más importante… ¡No obsesionarnos! El ejercicio es sólo una forma más de autocuidarnos.