Entrar a un baño público puede ser todo un reto para según que personas. Cuando toca enfrentarse a él, elegir en qué baño entrar se convierte en una decisión angustiosa y estresante, ¿cuál será el más limpio?.
Existe la idea predominante de que se deben evitar los puestos intermedios y si es posible, elegir el primer puesto. La razón es que, supuestamente, los baños de los extremos son los menos utilizados y por lo tanto los más limpios.
Han sido varias las encuestas y estudios que se han hecho sobre esta decisión. El psicólogo Nicholas Christenfeld hizo un seguimiento de la frecuencia con la que se cambiaba el papel higiénico en cada uno de los 4 puestos de baño durante 10 semanas. Los resultados que recoge el medio MSN, mostraron que el 60% de los rollos terminados provienen de los baños intermedios mientras que el 40% provenían de los extremos. Por tanto, bastantes más personas usaron los puestos del medio.
Una encuesta de la revista New York Magazine llevó el análisis un paso más allá y analizó las preferencias de hombres y mujeres. Ambos sexos continuaban eligiendo los puestos intermedios pero la diferencia se encontraba en que los hombres muestran más preferencia por los baños que están más cerca de la puerta y las mujeres por aquellos que están más lejos.