La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha provocado que muchos viejos edificios históricos del Reino Unido, antes atestados de turistas, ahora lleven vacíos mucho tiempo y a ellos hayan acudido otros visitantes con menos poder adquisitivo para gastarse en la tienda de souvenirs: las polillas. Pero hay un método muy eficaz para acabar con ellas que ya se está utilizando en una vieja mansión, según informa el portal ZME Sceince.
Las polillas causan estragos en estos enormes edificios, devorando por igual alfombras, tapices, cortinas y cuadros. Así que los propietarios de una enorme mansión histórica en Blickling Hall en Norfolk han echado mano de la ciencia para acabar con la plaga. Así, están utilizando un ejército de avispas microscópicas y parasitarias.
Esta mansión histórica, se cree que en ella nació la segunda esposa de Enrique VIII, Ana Bolena, cuyo fantasma cuentan que sigue vagando por la casa, va a recibir esta revolucionaria técnica de control de plagas. Se usará una avispa parasitoide microscópica, llamada Tricrogramma evanescens, junto con feromonas de polilla, especialmente preparadas para atacar todo el ciclo de vida de la polilla. Tanto estas pequeñas avispas parásito como las feromonas ya se habían utilizado por separado contra las polillas pero esta es la primera vez que se prueba combinando ambas técnicas, además en un edificio propiedad del patrimonio nacional británico.
Esta singular y pequeña avispa es un enemigo natural de la polilla de la ropa. Busca huevos de polilla y pone los suyos propios en su interior, de modo que eclosiona una avispa en lugar de la larva de polilla. La avispa mide alrededor de 0,5 milímetros, por lo que apenas es visible ni dañina para los seres humanos o los animales. Se introducen en las casa en pequeños recipientes, cada uno de ellos con unas 2.400 avispas, y se colocan en cajones o armarios.