Ya vamos por la sexta semana de confinamiento y se empieza a notar en el ambiente que estamos aburridísimos de esta nueva vida que nos llegó impuesta con el estado de alarma y con el confinamiento que estamos viviendo desde el 14 de marzo: no diferenciamos un lunes de un sábado, hemos notado que ha aumentado la apatía entre nosotros y nos da una pereza terrible retomar los miles de cursos online a los que nos apuntamos como locos al principio, mantener las rutinas fitness diarias de las primeras semanas junto a Patry Jordan, hacer 6 videollamadas diarias o darlo todo en la cocina. No podemos más... No obstante, sí que hay cosas que nos están dando la vida estos días: por ejemplo, ahora parece que los 'crushes' están más atentos y nos hacen más casito.
Aunque nos cueste un poco verlo (y creerlo), también están surgiendo cosas buenas durante la crisis del coronavirus. Veamos: hemos visto cómo toda España se está volcando apoyando a los sanitarios quedándose en casa y saliendo a aplaudirles (junto a los cajeros, repartidores, conductores de autobuses, etc.) cada día a las 20:00 o a las 19:58 según en qué barrios; cómo muchos han estrechado lazos con sus vecinos que antes apenas conocían, cómo han surgido plataformas estupendas para apoyar al pequeño comercio, cómo los artistas se han unido para amenizarnos los días con conciertos gratis o cómo los amoríos y los tonteos no se han puesto en pause. De hecho, los ligues están más pendientes y atentos durante la cuarentena ya que ahora pasamos mucho más tiempo pegados al móvil.
Desde que arrancó la pandemia, las cifras proporcionadas por las principales aplicaciones de citas coincidieron en algo: la gente está hablando mucho más y, por lo tanto, ligando más. Por ejemplo, según datos oficiales de Tinder, las primeras semanas nada más arrancar el confinamiento en Italia y España, las conversaciones aumentaron un 25% más. En el caso de Badoo, en España se ha producido un aumento del 22% en los mensajes promedio enviados (este aumento es mayor para las mujeres, que han incrementado sus mensajes un 25%, mientras que los hombres muestran un aumento del 14%). Y no solo eso: según esta última app, además el ligoteo en tiempos de COVID-19 ha mejorado la calidad de las conversaciones que son bastante más evolucionadas entre usuarios que han hecho ‘match’.
Lo mismo ocurre en Instagram, que aunque oficialmente es una red social de fotos, desde hace algunos años se ha convertido en otra de las aplicaciones "no oficiales" de ligoteo para millennials y centennials. Y claro, el coronavirus también ha hecho que la gente pase más tiempo stalkeando, dando a me gusta y mandándose DM con sus 'crushes' o incluso haciendo videollamadas porque por qué no.
Desde Instagram a Tinder: tres jóvenes nos han contado, bastante ilusionados por cierto, cómo han conocido de forma virtual a ese rollete con el que no paran de hablar todos los días en plena cuarentena, si han dado un paso más y se han atrevido con las videollamadas o si han hecho o no planes de futuro:
Jandro, 33 años (Madrid): 5 horas de primera cita (online) por videollamada
Llevaba hablando por Instagram con un chico desde noviembre y lo típico: nos comentábamos los stories y nos enviábamos bastantes fotos de nuestro día a día (más que de nosotros). Después me dio la sensación de que yo estaba más encima, me cansé y le silencié [se ríe por audio de WhatsApp]. No sé si fue mi pasotismo y que su interés aumentó, que en la cuarentena empezamos a hablar un poco más y de hecho hasta hemos tenido nuestra primera cita online. ¡Fue un día tonto en el que se lo propuse y la verdad es que fue superguay y muy divertida!
La cita ha sido lo más parecido a una cita real que he tenido pero online: se notaba el 'feeling', el tonteo, que compartíamos intereses y que "nos gustábamos". En ningún momento estuve tenso ni pasé nervios, la cosa iba fluyendo. Para mi sorpresa, estuvimos casi 5 horas de videollamada por Instagram (de 20:00 h a 1 de la madrugada) de cerveceo pero no solo eso: fuimos compartiendo música, él me enseñó cómo meditaba, hablamos del trabajo, de las relaciones, de las citas por las apps, incluso sobre cómo llevábamos el no tener sexo durante el confinamiento o lo que nos gustaba más en la cama. Todo de forma muy natural.
Cuando colgamos, se ha visto que la videollamada fue bien porque nuestro interés diario ha aumentado porque damos por hecho que nos vamos a ver cuando esto acabe y que nos vamos a ver por videollamada cuando vuelva a surgir como la vez anterior.
Victoria, 32 años (Málaga): de seguirse y no hablar por IG a conectar de forma íntima
Resulta que nos seguíamos en Instagram pero no habíamos cruzado una palabra y hace un par de semanas (como el 6 abril), él subió una historia, se la comenté con alguna chorrada y a partir de entonces hablamos prácticamente todos los días. Nuestras conversaciones han pasado directamente a ser íntimas y cómplices sin mucho esfuerzo.
Aunque en cuarentena todo es un poco más extraño porque, realmente estoy hablando con alguien que me mola pero el hecho de no poder ejecutar la cita y vernos cara a cara, hace que todo sea un poco raro pero a la vez también es bastante divertido, porque las ganas de tener esa primera cita aumenta por días y hace que todo sea más excitante.
De momento no hemos hecho videollamada y solo hablamos por chat de IG, pero sí que nos mandamos algún vídeo corto o audios. No descarto hacerlo, pero prefiero mantener ese "primer contacto" para cuando nos desvirtualicemos en persona: ¡estamos deseando vernos y ver en qué acaba toda esta movida que se ha estado amasando durante la cuarentena! He avisado a mis amigas para que tengan preparada una botella de Jägger de 1 litro porque si esto sale mal… ¡voy a necesitar una buena juerga!
María, 30 años (Granada): match en Tinder y ganazas de quedar ya
Hace 3 semanas o así me volví a hacer Tinder. Yo ya la había tenido anteriormente (de hecho conocí a mi ex por ahí) y, como estoy pasando sola el confinamiento, me la volví a instalar porque era otra forma de conocer a gente y de tener una distracción más.
Allí conocí a un chico, llamémoslo 'X', y la verdad es que empezó la cosa muy guay: empezamos a hablar y todos los días un poquito más, un poquito más y, aunque la primera semana fue un poco más esporádico, ahora hablamos todos los días y a todas horas [ríe por audio de WhatsApp]. Además está siendo muy guay porque tenemos muchas cosas en común y hablamos de música, cine, series, un poco de todo y la verdad es que "me gusta un poco"… Me da un poco de cosa porque no lo conozco en persona pero bueno, ayer justo tuvimos nuestra primera cita por Facetime y aunque al principio me dio mucha vergüenza (la cerveza ayudó, la verdad) fue muy guay. ¡Estuvimos como unas tres horas hablando!
La verdad es que los dos tenemos muchas ganas de que termine ya el confinamiento para poder quedar ya en persona y vernos. Así que, de las primeras cosas que haremos cuando esto termine será salir y vernos.
Pues nada, un Yasss enorme a todos los que estáis entretenidos con estas historias en cuarentena y recordad que si no salen no pasa nada: al final siempre os quedará la historia para contársela a vuestros colegas. Es un poco como volver a la 'era messenger' solo que, en lugar de mandarnos 'zumbidos' o darnos "toques", ahora nos mandamos 'nudes' y nos vemos las caras por videollamadas. El futuro era esto.