De dónde viene la expresión 'dormir la mona'

Hay frases que empleamos habitualmente, que se han convertido en parte de nuestro vocabulario porque las hemos escuchado desde siempre, pero nunca nos hemos planteado cuál es su origen o de dónde proceden. Tuvo que haber un momento en el que se dijeran por primera vez, en el que se convirtieran en tendencia y se quedaran para siempre en nuestra lengua, formando parte de nuestro acervo cultural sin darnos cuenta. 

Seguramente quien las pronunció por primera vez no sospechaba que podrían convertirse en lo que son hoy día, expresiones que los jóvenes escuchan con desdén pensando que son cosas que solo dicen las generaciones más mayores, sin darse cuenta de que, poco a poco se van empapando de estas expresiones y es muy probable que ellos mismos acaben usándolas de manera no irónica. 

‘Dormir la mona’ es una de esas expresiones que todos hemos escuchado alguna vez, la mayoría de ellas sin pararnos a pensar en cómo esa expresión no parece tener demasiada relación con su significado y, sin embargo, ahí está, cada vez que alguien duerme profundamente tras haber ingerido más alcohol del recomendado, alguien señala con cierta sorna que el implicado está ‘durmiendo la mona’. ¿De dónde viene esa curiosa expresión y qué tienen que ver los monos con pasarse con la bebida?

El origen de la expresión 'dormir la mona'

Como sucede en tantas ocasiones, no se conoce el momento exacto en el que esta frase pasó a ser de todos, pero se cree que su origen puede estar en las ferias ambulantes del pasado, cuando se daba alcohol a los monos por diversión. Otras hipótesis barajan que era para que durmieran bien por la noche y de esta forma al día siguiente pudieran dar un mejor espectáculo. 

También desde El Norte de Castilla señalan que puede deberse a los viajes que se hacían en barco desde África cargados de monos que después vendían a feriantes y circos, les daban alcohol para que estuvieran tranquilos o por mero entretenimiento de los marineros. Todas estas versiones parecen tener en común que ‘dormir la mona’ es una expresión que viene de que antiguamente se emborrachaba a estos animales y por eso se aplica a las personas que se han pasado bebiendo y se encuentran durmiendo profundamente hasta que se les pase. 

Muy bien podría haberse perdido en el olvido esta expresión, como seguramente ha pasado con muchas otras, pero la escritura ha logrado que algunas de ellas trasciendan y sigan siendo conocidas. De hecho, Sebastián de Covarrubias en su libro Tesoro de la lengua castellana o española (1611) habla del motivo que ha llevado a que esta expresión surja: “Estas monas apetecen el vino y las sopas mojadas en él, y hace diferentes efectos la borrachez en ellas, porque unas dan en alegrarse mucho y dar muchos saltos y vueltas, otras se encapotan y se arriman a un rincón, encubriéndose la cara con las manos”. 

Esto también ha causado que se emplee mona como sinónimo de borrachera, una acepción que ya empleó Bartolomé de Torres Naharro, en Tinellaria (1517), tal y como también recogen en el citado medio. 

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