Todos sabemos que las cámaras de seguridad se han convertido en una herramienta clave para poder proteger nuestros hogares y propiedades. De hecho, su popularidad ha crecido bastante y se espera que puedan ser aún más confiables y asequibles.

Sin embargo, para que sea efectiva no es tan importante el tipo de cámara que se use, sino que lo primordial es dónde se coloca. Instalarla en el lugar equivocado puede traer problemas de privacidad, funcionalidad e incluso legales.

Para que una cámara de seguridad sea efectiva, tiene que tener una vista clara. Si se decide ubicar una cámara detrás de árboles, arbustos o muebles, estos van a hacer que se bloquee su campo de visión haciendo que no cumpla con su objetivo.

De igual manera afecta si donde se coloca, dependiendo de las épocas del año, también se obstruye su campo de visión. Por ejemplo, un arbusto que está seco durante el invierno y desde donde se tiene la perspectiva ideal, pero que en primavera florece, convirtiéndose en una barrera visual.

En espacios interiores, lo mismo puede suceder con cortinas, persianas, toldos, puertas, plantas o mascotas que puedan interponerse en el campo de visión de la cámara de seguridad e interferir en la visualización cuando se mueven.

A primera vista, colocar una cámara interior apuntando hacia el exterior puede ser una solución bastante económica y efectiva, pero la realidad es que las ventanas pueden generar problemas.

Durante el día, el sol puede deslumbrar por su reflejo a través del cristal y hacer que la visibilidad sea bastante mala. Por la noche, las luces de la calle o de los coches, pueden hacer que también dificulten la visibilidad. Incluso el polvo que se acumula en la ventana puede hacer que el problema sea mucho mayor.

En este caso es más recomendable colocar la cámara en el exterior y escoger algún modelo que esté protegido por una carcasa para que pueda resistir las inclemencias del tiempo.

Si se coloca con un ángulo mal ajustado hacia el cielo, la cámara de seguridad puede se dañe. El resplandor del sol y los rayos UV van a hacer que la lente y los componentes electrónicos de la cámara puedan deteriorarse. Pero esto tiene una sencilla solución: simplemente se debe inclinar la lente hacia abajo y enfocarse en objetos bajo el nivel del techo. Para protegerla debidamente, se recomienda que se instale la cámara en un lugar sombreado, siempre que sea posible.

Los radiadores o chimeneas y los conductos de ventilación son los enemigos de las cámaras de seguridad. El polvo y las partículas que se expulsan pueden ensuciar la lente y también, reducir su vida útil.

El calor hace que las baterías y los componentes electrónicos puedan dañarse antes de lo debido y también distorsionar las imágenes, por esto, hay que evitar instalar cámaras cerca de estos lugares para garantizar su durabilidad.

Aunque parezca más lógico y prioritario cubrir aquellas zonas desatendidas de la casa como las que dan a callejones estrechos, no es la mejor estrategia. Cuando ocurre un robo en una casa, la mayoría de veces ocurren en las entradas principales, puertas traseras o a través de ventanas sin seguro. Estas deben ser las zonas prioritarias para la vigilancia.

Además, hay que tener en cuenta que una cámara visible puede disuadir a la mayoría de ladrones, por lo que deberían instalarse en estos lugares. Antes de instalarlas, se debería realizar un análisis detallado para poder identificar cuáles son los lugares idóneos para instalar la cámara de seguridad, para que sea un lugar donde se pueda cubrir la mayoría del área de interés con el menor número de espacios sin monitorear.

Cuando se instalan cámaras, hay que tener en cuenta la privacidad de las personas que viven en ese hogar. Por lo que, colocarlas en baños, habitaciones o espacios comunes compartidos puede infringir una serie de derechos fundamentales.

En caso de querer instalarlas en viviendas compartidas, lo más recomendable es que todos los inquilinos sean conocedores de esto, también tengan acceso a la cámara y puedan taparla cuando lo deseen.

Por la misma razón que lo anterior, para proteger la privacidad de las personas, no se puede dirigir la cámara de seguridad hacia la ventana o patio de un vecino, en caso de que esto ocurriera por accidente hay que corregirlo al instante. Esto no es solo una falta de respeto, sino que también puede tener implicaciones legales relacionadas con la privacidad, ya que estos espacios están protegidos por ley. Siempre hay que asegurarse que las cámaras de seguridad enfocan a la propia propiedad y así, se evitan posibles conflictos.