A estas alturas del milenio, todo el mundo sabe que lo que hay detrás del Blue Monday (el lunes triste o el día más triste del año) es una exitosa campaña de marketing. El término se acuñó por primera vez en el año 2005 y formaba parte de una estrategia publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel por la bajada de reservas que había sufrido durante la temporada de invierno. El resto de las marcas absorbieron esta idea para poner un día oficial como el más triste del año, el tercer del mes de enero, aprovechando el bajón emocional y económico de los ciudadanos después de las vacaciones de Navidad.

En la tercera semana del año entrante, nada queda de la resaca de las fiestas navideñas ni de ese subidón de ilusión que nos dan los regalos y los reencuentros familiares. Por delante solo queda todo un año de arduo trabajo, sin ningún festivo en el horizonte hasta la llegada de la Semana Santa. Por ello, es el momento perfecto para que los comerciantes lancen ofertas inesperadas con las que los consumidores se den un merecido capricho con el que levantarse el ánimo y salir - aunque sea un momento - del decaimiento.

Nada de trágico tiene, por tanto, esta efeméride que se celebra en 2025 el 20 de enero. Pero sí existen en la historia real de nuestro planeta muchos lunes en los que en los que tuvieron lugar hechos verdaderamente dramáticos y difíciles de olvidar. Algunos, incluso, relacionados con el mismo hecho de que fuera lunes, terrible día de la semana para la mayoría de los madrugadores. En Informativos Telecinco web hemos hecho una lista simbólica de los blue mondays reales, entre los que destaca el día del nombramiento de Hitler, el tiroteo en la escuela de San Diego (California) de 1979 y hasta el hundimiento del Titanic.

Cualquier historiador - y fan de James Cameron - conoce las fechas de la salida y el hundimiento del Titanic. El (mal) denominado "barco insumergible" zarpó el 10 de abril de 1012 desde Southampton, Inglaterra, en su viaje inaugural, con aproximadamente 2.220 pasajeros a bordo (más la tripulación). Cuatro días después, y por una mala decisión del capitán - pidió que se aceleraran las máquinas con la intención de llegar un día antes de lo previsto a Nueva York - el trasatlántico chocó contra una iceberg que fue imposible de esquivar debido a la gran velocidad, hundiéndose en las gélidas aguas del océano en la madrugada del lunes 15 de abril del mismo año.

Aunque no es (ni será) el único tiroteo que ha tenido lugar en un centro educativo de los Estados Unidos - el de Columbine es el más conocido - la respuesta que dio la adolescente que perpetró un tiroteo indiscriminado en la puerta de una escuela de San Diego, California, desembocó en la composición de una de las canciones más famosas de la historia. La mañana del lunes 29 de enero de 1979, la adolescente de 16 años Brenda Ann Spencer decidió estrenar el regalo que su propio padre le había hecho por Navidad: un rifle semiautomático del calibre 22.

Sin titubear, se acercó a la escuela que tenía en frente de su casa y comenzó a disparar contra los niños que esperaban para entrar en clase. Después de matar a dos adultos (el director de la escuela y un conserje que arriesgaron su vida para salvar la de los menores) y de dejar múltiples heridos, la joven contestó que lo había hecho porque "no le gustaban los lunes"; una escalofriante frase que dio el título a la popular canción de los Boomtwon Rats, I don't like mondays.

El conocido como crack del 29 fue la más catastrófica caída del mercado de valores en la historia de la bolsa en Estados Unidos. Su impacto, alcance global y la larga duración de sus secuelas provocaron la llamada Gran Depresión, que sumió a la población americana en la pobreza más extrema. Aunque la caída inicial tuvo lugar en lo que trascendió como Jueves Negro, fue el lunes siguiente, 28 de octubre, cuando se expandió el pánico y comenzó un hundimiento económico sin precedentes en los Estados Unidos. Desde entonces, el término Lunes Negro se utiliza de forma habitual en las oficinas de Wall Street al registrarse una drástica caída de valores, como la que también tuvo lugar en el año 1987.

El lunes 30 de enero de 1933, el presidente alemán Paul von Hindenburg nombró canciller de Alemania a Adolf Hitler, líder del Partido Nazi. Aunque éste no fue el ganador absoluto de las elecciones del '32, el porcentaje de votos que obtuvo en el proceso democrático (un 37%) convirtió al NSDAP en la llave para formar un pacto de gobierno. Hitler, sin embargo, quería gobernar solo y, finalmente, fue designado canciller gracias a la mediación de Franz von Papen, el militar y diplomático alemán que propició el ascenso definitivo del Führer. Seis años después, y con una gran consolidación política a la espalda, Alemania invadió Polonia, dando comienza a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto, el peor crimen jamás cometido contra la humanidad.

Tras la DANA mortal que se desató en Valencia el pasado 29 de octubre de 2024 y que provocó el desbordamiento del barranco del Poyo, causando más de 220 muertos en la provincia, España entera se acordó de la primera gran riada que se registró en la terreta en el año 1957. En aquella ocasión, el lunes 14 de octubre, al menos 81 personas fallecieron por el desbordamiento del río Turia que, en esos momentos, cruzaba toda la ciudad de Valencia centro. Fue después de la tragedia cuando se inició una gran obra para sacar el cauce de la ciudad y evitar así una nueva riada que, tantos años después, se ha desatado en el lado del mapa contrario.

Esto demuestra, por tanto, que la historia está llena de verdaderos lunes tristes, que nada tienen que ver con el bajón postvacacional utilizado magistralmente por las empresas de marketing para la incitación al consumo. Desde esta perspectiva y, viendo lo que puede ser realmente un MAL LUNES - con mayúsculas - puede que este 20 de enero no nos parezca tan deprimente.

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