La historia de los novios que regalaron libros de segunda mano a los invitados de su boda: "Somos frikis"

Siendo la ganadora del Premio Complutense de Literatura del año 2022 y autora de un doctorado sobre Ana María Matute, no es de extrañar que en su boda, Teresa Zurdo Gil y su marido eligieran los libros como regalo especial para sus invitados. En este tipo de celebraciones, los novios acostumbran a compran un detalle, pequeño pero significativo, para entregar a sus amigos y familiares en señal de cariño y agradecimiento. Suelen ser productos variados como una cesta de mimbre, imanes, figuritas nupciales o abrebotellas, que siempre viene bien tener a mano en una casa.

Durante unos años, se puso de moda entregar un kit 'para la resaca' que vendría después de la boda o la eliminación del regalo en pro de las protectoras de animales, a las que los novios donan el dinero que hubieran dedicado a tal efecto. Pero, sin duda, elegir un libro de segunda mano es una idea muy original, que puede despertar el interés de los invitados. Así lo pensó esta pareja de novios, que se recorrieron todas las librerías de segunda mano de Madrid para encontrar los libros más apropiados (y baratos, pues no hubieran podido afrontar el coste de los no estrenados).

"Los invitados se llevaron todos los libros"

Así ha contado la novia en Twitter cómo fue el proceso de búsqueda y, lo más importante, cómo reaccionaron sus invitados al ver la mesa compartida en la que podían acceder a su regalo: "Meses antes de la boda, nuestro plan fue recorrer las librerías de segunda mano de Madrid buscando libros para regalar a nuestros invitados. Para terminar de ser frikis del todo, también pusimos un sello en la primera página de cada libro y una mesa de intercambio", explica Teresa en su cuenta, añadiendo la fotografía del sello que pusieron en los libros, con sus nombres y la fecha del enlace.

"Entre lo que encontramos, nos sorprendió el número de libros infantiles y juveniles en muy buen estado que hay en las librerías de segunda mano- continúa- . Pensábamos que habría algunos que nadie querría o que se quedarían olvidados en las mesas, pero se llevaron todos. Quedamos muy contentos", concluye en su mensaje, satisfecha de su opción. Lo que no sabemos es si, entre todos los libros usados, estaría también el suyo: Los elefantes no bailan ballet, una obra formada por dieciséis relatos cortos que suceden en un entorno cotidiano, como ir a la peluquería, poner la lavadora o hacer la compra.

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