Nunca un robo de gallos se había hecho tan famoso. El pasado domingo 13 de enero, un grupo de vecinos de Valladolid grabaron y publicaron un vídeo en las redes sociales en el que denunciaban que una mano negra les habían robado 30 gallos. Con la intención de ser lo más comedidos posible, enumeraron a todas las personas que ellos mismos conocen alrededor de la península para que los ladrones se sintieran intimidados y devolvieran a los animales a su lugar de origen. Advertían que, en sus propiedades, tienen cámaras de seguridad que iban a ser revisadas y que, por el bien de todos, "si algún joven o niño" se los había llevado, lo mejor era que los retornara.

Todos procuraron hablar con educación, con la esperanza de que este problema se resolviera "sin jurar" y con la menor de las trascendencias. Sin embargo, su tono cambió radicalmente en un nuevo vídeo, al ver que habían "pasado dos días" y nadie les devolvía unos animales que eran suyos. En esta nueva publicación, el grupo de hombres se "maldecían a los muertos" de los presuntos ladrones, improperios a los que se suman una serie de amenazas que, en muy poco tiempo, se han hecho virales. El vídeo, que roza lo cómico, ha sido reproducido por millones de usuarios de la nube.

Después de un aviso por medio de una cuenta social falsa, finalmente, la policía encontró una parte de la remesa de estos gallos, cuyos dueños aseguran que crían "por la belleza de su pluma", para llevarlos a concurso y no a "peleas ilegales". Los animales estaban en Soria, a 200 kilómetros de su ubicación habitual y no todos han sido devueltos. "Se han encontrado diez gallos y dos de estaban muertos" han dicho Willy y Arturo, los propietarios virales, en 'Vamos a ver'.

Todos van a confiar en la justicia y en que se sepa y conozca quién ha perpetrado el robo, por lo que se van a quedar al margen de la investigación, que continuará en manos de las fuerzas y cuerpos de seguridad. En la entrevista que han dado en televisión, han explicado que para ellos fue "muy duro levantarse por la mañana, después de haber dado de comer y cuidado las plumas de sus gallos la noche anterior, y ver que ninguno estaba dentro de sus jaulas". A pesar del tono amenazante de sus vídeos posteriores, el grupo de pucelanos ha prometido que, por su parte, no va a "haber represalias".

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