Una mascota en casa es una alegría, aunque también una gran responsabilidad, sobre todo en el caso de los perros, a los que hay que sacar a pasear cuando corresponde sin importar lo cansados que estemos, las pocas ganas de caminar que tengamos o el tiempo que haga fuera de casa. Porque si sacar a pasear a nuestro perro cuando hace buen tiempo puede ser un esfuerzo, hacerlo cuando llueve es mucho más costoso.
Muchos perros no disfrutan caminar bajo la lluvia, pero otros no hay charco que dejen sin pisar, algo que también se puede ver cuando se pasea por lugares donde hay agua, como una fuente, un río o un lago. Lo que viene a continuación todos los dueños de mascotas lo saben, y es que una vez que el perro está empapado es mejor alejarse un poco, porque va a sacudirse y poner perdido todo lo que tiene a su alrededor.
Esto no lo hacen para molestarnos, para mojar todo el baño después de una ducha para quitarles el barro o esperando que todo el mundo esté tan fresquito como ellos después de un baño en verano. Los perros se sacuden cuando están mojados, pero el motivo no es tan evidente (ni tan humano) como podríamos pensar.
La explicación más sencilla es también cierta, lo hacen para quitarse el exceso de agua, pero es el porqué de este comportamiento el que hace que surjan las dudas y ha sido un estudio publicado en la revista Science el que ha querido dar respuesta a esta situación.
Sacudirse cuando están mojados es un reflejo instintivo, un mecanismo neurológico complejo que se encuentra también en otros mamíferos peludos y lo hacen para eliminar posibles elementos dañinos o irritantes. Es una función de protección que les ayuda a eliminar agua, insectos u otros elementos irritantes de lugares de difícil acceso.
Los investigadores estudiaron el comportamiento en ratones de unos receptores ultrasensibles conocidos como mecanorreceptores de umbral bajo de la fibra C (C-LTMR). Si algo entra en contacto con el lomo del animal, estos mecanorreceptores son los que trasladan una señal a las neuronas para que el animal se sacudan. Al eliminar los C-LTMR, los ratones dejaron de hacer este gesto.
"En nuestros experimentos, observamos que las sacudidas de perro mojado iban a menudo unidas a comportamientos de rascado en ratones", afirma Dawei Zhang, autor principal del estudio. "Por lo tanto, creemos que los C-LTMR también pueden estar implicados en las sensaciones de cosquilleo".
El pelo de los perros, como sucede con otros animales, tiene propiedades aislantes que les ayuda a regular la temperatura, pero al mojarse esto puede cambiar, haciendo que se enfríen rápidamente. Sacudirse les permite secarse más rápidamente y, de este modo, evitan problemas relacionados con la humedad, así como algunas enfermedades, restaurando la capacidad aislante que tenían antes.
Gracias a este estudio, que aporta luz a algo que siempre había sido un misterio, podemos conocer un poco mejor a nuestros compañeros de vida y entender mejor por qué hacen determinadas cosas.