Un 'spa', la estrategia de los macacos japoneses para enfrentar el frío extremo
Con la llegada de las bajas temperaturas invernales, los macacos japoneses han encontrado una ingeniosa forma de enfrentar el frío extremo
En el jardín botánico de Hokkaido, situado al norte de Japón, estos primates se sumergen en las aguas termales
Este comportamiento fue registrado por primera vez en 1963, cuando una pareja joven de macacos fue vista en un complejo de Onsen
Con la llegada de las bajas temperaturas invernales, los macacos japoneses han encontrado una ingeniosa forma de enfrentar el frío extremo. En el jardín botánico de Hokkaido, situado al norte de Japón, estos primates se sumergen en las aguas termales para mantener el calor corporal durante los duros meses de invierno.
El paisaje cubierto de nieve no impide que los macacos disfruten de las cálidas aguas, un comportamiento que les permite sobrevivir a temperaturas que en algunas zonas pueden llegar a los - 10ºC. Este fenómeno ha atraído la atención de turistas y científicos, quienes observan cómo los macacos no solo se agrupan en las fuentes termales, sino que también realizan un ritual de relajación similar a un spa, sumergiéndose y calentándose en las aguas humeantes.
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Los macacos japoneses, al vivir en las regiones más al norte de Japón, han desarrollado esta adaptación única para sobrevivir en un ambiente extremo. Las aguas termales les ofrecen un refugio natural donde pueden mantenerse activos y saludables durante el invierno, alejándose de la rigurosidad del clima.
Construcción de baños exclusivos para los monos
Este comportamiento fue registrado por primera vez en 1963, cuando una pareja joven de macacos fue vista en un complejo de Onsen, baños tradicionales japoneses, cerca de un hotel en un día nevado. Posteriormente, el resto del grupo adoptó esta práctica, según detalla un informe publicado en la revista especializada Primates.
Debido a razones de higiene, los responsables del parque natural comenzaron a construir baños exclusivos para los monos. En 2003, una de cada tres hembras usaba regularmente las aguas termales durante el invierno.
La investigación concluyó que los monos recurren a esta práctica más en invierno que en primavera y verano, y que las hembras dominantes disfrutan de este privilegia durante más tiempo.
De hecho, un estudio realizado a partir de las heces determinó que estos 'spas' para monos, que mantienen una temperatura de unos 40 grados centígrados, también contribuyen a reducir las hormonas del estrés después de que los primates participen en peleas o muestren comportamientos agresivos.
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