El idioma es muy rico, aunque no siempre somos capaces de sacarle todo el partido que podríamos. Nos sirve para trasladar a los demás nuestros pensamientos y emociones, para compartir nuestras alegrías y dividir nuestras penas, haciéndolas más manejables, para crear historias de amor, de traición y aventuras… y todo ello solo con 27 letras, una de ellas exclusiva de nuestro idioma, la ñ.
El abecedario no ha sido siempre igual, ha ido evolucionando a lo largo de la historia y los últimos cambios no son tan lejanos en el tiempo como podríamos pensar, de hecho no hace demasiado se incluían la Ch y la Ll a la hora de recitarlo. Con el tiempo se llegó a la conclusión de que lo mejor era prescindir de ambas, puesto que se podía englobar las palabras que comienzan con la primera junto con la letra c y que las segundas pasaran a formar parte del grupo de las palabras que empiezan con l.
Esto hizo que muchas personas tuvieran que volver a memorizar el alfabeto, siguiendo el mismo orden de siempre, pero saltándose estas letras que pasaron a ser absorbidas por otras. Un trabajo que no fue demasiado complicado, puesto que todo lo demás seguía igual, el resto de letras tenían el mismo orden, pero ¿por qué ese y no otro?
Hay muchas cosas que desconocemos, dudas que se plantean y que nos empujan a investigar y conocer un poco más el mundo que nos rodea, llamando la atención sobre detalles que hemos aceptado, pero que no tenemos muy claro qué motivos hay para que sea así. Encontrar la respuesta puede ayudarnos a seguir aprendiendo.
Por desgracia, esta no es una de esas situaciones, porque los motivos para que el alfabeto tenga ese orden y no otro no se conocen con certeza, más allá de que se crea que, de este modo, es más sencillo de memorizar.
No obstante, hay quienes señalan que el orden es este y no otro porque viene dado por el latín, que a su vez procedería del etrusco, que vendría del griego antiguo y, este, del fenicio. Según la Real Academia Española (RAE), los griegos jugaron un papel fundamental en la adaptación del alfabeto fenicio a su lengua. Lo único que podemos asegurar con certeza es que la palabra abecedario (que viene del latín abecedārium), viene dada por el orden de las primeras letras, tal y como lo aprendemos, aunque este dato no explica el motivo de que el orden sea este y no otro cualquiera.
No siempre podemos obtener la información que nos gustaría, no todos los conocimientos y motivos han logrado trascender al paso del tiempo, algo que fue mucho más sencillo con la llegada de la escritura, porque de ese modo quedaba constancia de las cosas para las generaciones futuras. Textos que nos ayudan a entender el pasado y que se pueden crear gracias a ese alfabeto, que tiene un orden determinado por un motivo que puede que nunca lleguemos a conocer.