Guardar sartenes y otros utensilios de cocina en el horno puede parecer una solución práctica para quienes tienen poco espacio de almacenamiento. La idea de utilizar el horno como un "armario adicional" resulta de lo más tentadora, sobre todo en cocinas pequeñas donde el espacio es un recurso limitado.
Hay muchas personas que ven el horno como un espacio de almacenamiento sin utilizar. Tener las sartenes y ollas cerca del área de cocción puede aumentar la eficiencia durante la preparación de las comidas, ya que se encuentran al alcance de la mano. Sin embargo, la conveniencia no siempre supera los riesgos que lleva asociados. Por ello, es conveniente ser conscientes de que esta práctica conlleva una serie de riesgos y desventajas que es importante conocer antes de adoptarla.
Uno de los principales peligros es olvidar retirar las sartenes antes de encender el horno. Si se pre-calienta el horno sin sacar las sartenes, especialmente aquellas con superficies antiadherentes o mangos de plástico, se corre el riesgo de dañarlas. Las sartenes antiadherentes pueden liberar humos tóxicos si se exponen a temperaturas superiores a 260 grados celsius. Además, los mangos de plástico pueden derretirse, generando olores desagradables y dañando tanto la sartén como el horno. Esta situación puede crear un peligro para la seguridad y dañar permanentemente las sartenes.
A menudo, además de las sartenes, otros objetos como agarraderas, toallas de cocina o utensilios de madera también suelen ser almacenados en el horno. Estos materiales son altamente inflamables y, si se enciende el horno sin acordarse de retirarlos, podrían incendiarse y provocar un accidente grave en tu cocina.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los hornos retienen calor incluso después de apagarse. Si guardas sartenes en el horno, estas pueden calentarse mucho y permanecer calientes durante un largo periodo de tiempo. Esto puede suponer un riesgo de sufrir quemaduras si alguien intenta retirar una sartén del horno sin darse cuenta de que aún está caliente. Además, el calor residual puede afectar negativamente al revestimiento y la vida útil de algunas sartenes.
El cajón debajo del horno es otro lugar donde muchas personas almacenan sartenes y otros utensilios. Sin embargo, es importante verificar para qué está diseñado este espacio. Algunos de estos cajones están destinados para mantener la comida caliente, lo que significa que pueden alcanzar temperaturas altas y dañar ciertos utensilios si no son resistentes al calor. En algunos modelos, el cajón puede ser simplemente un espacio de almacenamiento, pero en otros, podría calentarse, lo que aumenta el riesgo de incendio si se utiliza incorrectamente.
Por eso, si queremos usar el cajón del horno de manera segura, es importante consultar el manual del electrodoméstico para conocer su propósito específico. Si se decide utilizarlo para almacenar sartenes, hay que asegurarse de que estas sean aptas para el horno y evitar en todos los casos guardar cualquier tipo de material inflamable.
Aunque almacenar sartenes en el horno puede parecer una solución práctica para ahorrar espacio, los riesgos de seguridad, como la activación accidental del horno y el daño potencial a las sartenes, hacen que esta práctica no sea recomendable. Es mejor buscar otras soluciones de almacenamiento que no pongan en peligro la seguridad de tu cocina ni la integridad de tus utensilios.