Gimnasios faciales, la nueva moda para entrenar los músculos de la cara después del trabajo

La rutina de ir al gimnasio antes o después del trabajo es un hábito muy integrado en España. El estrés y las preocupaciones diarias se pueden aliviar con una buena sesión de ejercicio físico pues, tal y como informa la reputada Clínica Mayo, el deporte puede ayudar a aumentar la producción de los neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien: las endorfinas. Sin embargo, cuando entrenamos, hay ciertos músculos que por muchas pesas o máquinas que hagamos, se quedan sin estimular: los de la cara. Y de ahí la iniciativa de The Face Work Out.

Aunque ahora ya existen sedes en Barcelona y Madrid, todo comenzó en Londres, cuando la periodista británica, Inge Theron se dio cuenta de que había numerosos tratamientos faciales que no necesitaban recurrir a la cirugía estética para embellecer la piel. Por ello, abrió en la capital de UK el primer gimnasio facial, basado en tratamientos de 20, 30 O 40 minutos que incluyen los ejercicios musculares, drenajes linfáticos y técnicas únicas a mano.

No solo belleza: hay tratamientos cervicales y antibruxismo

Con ellos, se consigue oxigenar la piel, devolver la luminosidad y favorecer la producción de colágeno sin necesidad de recurrir a productos artificiales. En los centros españoles, existen varios tipos de workouts: los más cortos, de 20 minutos, que consta solo de un masaje manual. El intermedio (30 minutos), en el que se usan unos rodillos para estimular la circulación de la sangre en el rostro, y el más largo, el tratamiento de 40 minutos, en los que se pueden usar varios tipos de aparatos: los de impulsos de luz LED o los Thera Face.

Sin embargo, estos centros no se limitan a embellecer la piel de sus clientes. Las sesiones también pueden incluir masajes cervicales, con los que se asegura una relajación total, y una novedosa técnica para luchar contra el bruxismo, la afección por la que muchas personas aprietan, rechinan o crujen los dientes y, de esta forma, se contracturan sus mandíbulas. En el gimnasio facial, un profesional (protegido con guantes) hace un tratamiento intraoral para manipular toda la zona de los maxilares y relajar los músculos sobre la que se ejerce tanta tensión.

Y, para que la rutina no se limite a las visitas físicas al centro, The Face Workout ofrece tutoriales para las distintas áreas del rostro, tanto de entrenamiento como de auto-masaje.

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