Hay una playa en España que tiene arenas movedizas y una vigilancia especial: "En un segundo, te entierran"
Se trata de dos pozos circulares situados en la Playa de San Lorenzo, en Gijón y siempre cuentan con la vigilancia de un socorrista
Según los medios locales, los bañistas que pasen por encima pueden "enterrarse en segundos hasta el bañador o la cintura"
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Con el calor propio de los meses centrales del verano - como las temperaturas de más de 45º que se esperan en varias regiones para los próximos días - la playa es uno de los destinos favoritos de españoles y extranjeros. Sin embargo, no todos los turistas pueden tumbarse despreocupadamente sobre la arena para disfrutar de la desconexión y las vacaciones, pues hay una playa en nuestra geografía que cuenta con un tramo de arenas movedizas.
Las arenas movedizas se definen como fluidos no newtonianos: cuando no son perturbadas por un agente exterior, suele aparecer como una materia sólida y gelatinosa - de difícil percepción para la vista - pero, al menor cambio en las tensiones en la arena (menos del uno por ciento) causa una repentina disminución de su viscosidad. Son típicas de escenas cinematográficas como la de la muerte del caballo Artax en 'La historia interminable' o las del temido pantano de fuego en 'La princesa prometida'.
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Se ven mejor cuando baja la marea
Sin embargo, las que aquí nombramos no forman parte de ficción. Ni son tan mortales como las de las películas. Se encuentran en uno de los tramos de la Playa de San Lorenzo de Gijón, en Asturias, pero sólo los más observadores - o los propios habitantes de la ciudad - saben reconocer su ubicación exacta. "Son dos pozos circulares contiguos situados frente a la Antigua Pescadería, a unos 110 metros del Muro y 40 metros del pedrero de San Pedro", informan los medios locales.
Se aprecian más cuando baja la marea y, aunque parezca un asunto anecdótico, no lo es. Los mismos medios advierten de que cualquier bañista que las pise puede quedar "inmediatamente enterrado hasta la rodilla y, en cuestión de segundos, hasta la cintura o el bañador", siendo el peligro mucho mayor cuando se trata de niños pequeños o personas mayores. Por ello, los servicios de socorrismo y salvamento de la propia playa cuentan siempre con uno de sus miembros en los alrededores de dicha zona, para evitar caídas y hundimientos indeseados.
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