El Papa Francisco se reunirá el próximo viernes 14 de junio con más de cien cómicos procedentes de todo el mundo, en el marco de un evento cultural en el Vaticano destinado a estrechar los lazos entre la Iglesia católica y el mundo de la comedia. El presentador Jimmy Fallon o la oscarizada actriz Whoopi Goldberg son dos de los humoristas internacionales más destacados de la lista de invitados si bien, barriendo para casa, el encuentro también contará con la presencia de cómicas españolas como Cristina Castaño, Belén Cuesta, Sara Escudero Rodriguez o Victoria Martin.
Según ha informado la Oficina de Prensa del Vaticano en un comunicado, la audiencia está organizada conjuntamente por el Dicasterio vaticano para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para la Comunicación. El Vaticano señala "el impacto significativo que el arte de la comedia tiene en el mundo de la cultura contemporánea" y asegura que a través del "talento humorístico y del valor unificador de la risa, se ofrecen hoy reflexiones únicas sobre la condición humana y la situación histórica". Del mismo modo, destaca que la comedia puede "contribuir a un mundo más empático y solidario".
Hasta el momento, han confirmado su presencia en la audiencia un total de 105 cómicos de 15 países y 68 acompañantes. Hace apenas dos semanas, Francisco también se reunió en la plaza de San Pedro con el famoso actor y director italiano Roberto Benigni para celebrar la primera Jornada Mundial de la Infancia. La cita recuerda al encuentro que, el año pasado, tuvo el Papa con jóvenes de distintos países, con los que mantuvo una llamativa y moderna charla. Los diez fueron elegidos por sus historias vitales y por su vinculación u oposición a la Iglesia y, durante la conversación, se tocaron temas tan diversos y controvertidos como los abusos sexuales en los colegios católicos, la plataforma Only Fans, la condición no binaria o los 'ligues del Tinder'.
El anuncio de este distendido evento con humoristas de todo el mundo llega poco después de las polémicas palabras que el Pontífice pronunció a puerta cerrada y por las que se ha visto obligado a pedir disculpas. Primero, por decir que "en los seminarios hay demasiado ambiente marica", cuyas declaraciones fueron filtradas a la prensa; y, segundo, por asegurar que en las parroquias, como en las congregaciones, es necesario evitar los cotilleos y, es esto contexto, que "los cotilleos son cosa de mujeres".